YouTube y Netflix para chicos
Primero, cual reflejo de la vida misma, internet se llenó de todo tipo de contenidos, incluidos aquellos de temáticas exclusivamente adultas pero también de otros directamente morbosos y contrarios al respeto que toda vida humana merece. Hasta ahí solo parecía un problema de conciencia de cada uno. Sin embargo, cuando tiempo después y a partir de la multiplicación de las plataformas para consumirlos, esas imágenes o videos inapropiados quedaron a disposición de nuestros hijos, el asunto obligó a tomar otros recaudos. Y si bien el control del uso que los menores hacen de los medios y dispositivos digitales corresponde a los padres, la realidad indica que los chicos no pueden ser observados todo el tiempo. Por eso, algunas de las compañías líderes de la web como YouTube y Netflix han lanzado aplicaciones especiales para los más pequeños.
YouTube Kids: fácil de usar y segura
El popular sitio para ver videos YouTube, que hoy pertenece a Google, lanzó a principios de 2015 la aplicación para niños que se llama YouTube Kids y que se puede descargar en los smartphones con Android y iOS. Un año más tarde, más precisamente el 30 de marzo de 2016, se puso a disposición de los usuarios argentinos.
Desde la compañía indicaron que el objetivo es que los chicos pudieran interactuar con YouTube en un entorno más “controlado y seguro”. ¿Cómo funciona? La navegación es más sencilla que la tradicional, con botones más grandes y menos texto. Los contenidos están clasificados en cuatro categorías: programas, música, aprendizaje y juegos. Un quinto botón ofrece los videos “recomendados”. Y la lupita de la búsqueda aparece siempre y cuando el adulto que haya configurado la aplicación apenas descargada permita que esa función esté activa. Si no lo está, los pequeños podrán navegar por las sugerencias, todas pre aprobadas por la compañía. Una vez que se accede a un video, este se muestra por default a pantalla completa y basta tocar una vez sobre él para que un carrusel ofrezca abajo otros relacionados.
Otro detalle interesante es que para acceder a la configuración y poder hacer modificaciones se debe ingresar una contraseña de números que quienes no leen no sabrán tipear.
Por último, YouTube Kids cuenta con un temporizador (permite que el adulto indique hasta cuántos minutos puede funcionar la aplicación) y búsquedas de voz para quienes aún no saben escribir.
Netflix Kids: el catálogo más grande
La otra compañía que ha entendido que parte del negocio está en ofrecer contenido seguro y de interés para los niños es Netflix. La popular plataforma on demand, que presentó su sección especial para menores de 12 años allá por 2011, incluye películas y series de colosos de la animación como Disney Channel, Dreamworks o Cartoon Network.
En el caso de Netflix, los usuarios no deben hacer nada para tenerlo: apenas uno ingresa a su cuenta ve el logo que lo identifica. Si bien la plataforma permite crear diferentes usuarios de modo que al de un niño le aparezca por default la sección Kids, nada impide que los más avezados en el uso del control remoto puedan salirse e ir a otros contenidos. Si la seguridad no es el fuerte de Netflix, su impresionante catálogo (que además se actualiza mes a mes) termina siendo la mejor herramienta contra la curiosidad de navegar por otros contenidos.
Al configurar el perfil de un usuario niño, se puede elegir el idioma (conviene que sea el nativo) y si los contenidos son para los más chiquitos o no. Una vez dentro, los chicos pueden elegir por video o por personaje, lo que les facilita mucho más la navegación y la selección.
El que existan aplicaciones especiales de YouTube y de Netflix para cuidar el contenido que ven los chicos no significa que los padres deban desentenderse del asunto. Según la Sociedad Nacional para la Prevención de Crueldad a los Niños del Reino Unido, hay acciones claras que pueden realizarse en pos de la seguridad de nuestros hijos en materia digital: explorar el mundo digital junto a ellos, hablarles sobre cómo estar seguros cuando se conectan, conocer el software y las herramientas que usan y consensuar reglas sobre qué está bien y qué no. Es decir, diversión y entretenimiento pero con educación.
Fotos: Shutterstock