Relojes inteligentes, ¿desplazarán al celular?
Los relojes inteligentes –Smartwatch- irrumpieron entre las novedades tecnológicas y de a poco van ganando adeptos. Samsung, LG, Sony y Motorola inauguraron la tendencia en 2013, ahora les siguió Apple, con su Apple Watch, mientras que Swatch lo hará en 2015. Algunos especialistas aseguran que la tendencia será furor, otros son más escépticos. Opina sobre el tema el periodista Ricardo Sametband.
Así como los smartphones hicieron que el teléfono sirviera para algo más que simplemente hablar, los smartwatch hacen que el reloj sirva para algo más que solo ver la hora. Los relojes inteligentes permiten ver las notificaciones del celular en una pantalla LED -que, dependiendo del modelo, va de los 38 a los 50 mm, 1,3 a 2 pulgadas)-. Otros son capaces de medir los pasos, calcular el consumo de calorías y monitorear el ritmo cardíaco, entre otras funciones, y hasta interactúan con aplicaciones al estilo de los celulares. Los modelos más avanzados permiten incluso chequear el correo y recibir notificaciones. Se pueden utilizar como un visor de la cámara del teléfono y brindan una colección de funcionalidades interesantes frente al reloj tradicional.
Sin embargo, los primeros relojes inteligentes no parecieron convencer a los usuarios de dispositivos tecnológicos y los especialistas también se muestran en parte escépticos respecto de su utilidad. Durante este año y parte del 2013 las ventas se multiplicaron a razón de casi un 1.200%, según la consultora Canalys, lo que indicaría que la tendencia de consumo de este producto ya se ha disparado y seguirá creciendo -eso fue lo que pasó, la aparición del iPad y el iPhone, que tras un arranque tibio en términos de venta se convirtieron en productos de consumo masivo y se consolidaron entre los dispositivos más requeridos-, pero eso todavía está por verse. Cuando aparecen productos disruptivos y atractivos puede ocurrir que las ventas se disparen, lo que hay que ver es si sobreviven en el tiempo y se imponen como un producto necesario para los clientes.
“Cuál es el propósito, o el rol, del reloj inteligente, es algo que todavía no está definido”, explica el columnista de Tecnología de La Nación, Ricardo Sametband. “En su versión más sencilla, es un primer alerta; nos avisa de algo que sucede en el celular, es decir, en lo que es central, en términos de lo cotidiano, para mucha gente, pero es accesorio y podemos vivir sin él. Hay quienes creen que, en un futuro de mediano plazo será la computadora personal por excelencia y el resto serán satélites, siguiendo el camino que recorrieron la PC y el celular: antes la PC era central y el celular un accesorio, y ahora es al revés. Me parece que todavía le falta una función extra al reloj inteligente -responderla es, literalmente, la pregunta del millón-, esa herramienta que no se pueda resolver con el celular, que está tan cerca; esa aplicación que lo haga imprescindible. Mientras eso no suceda, y por más que vaya mejorando -más delgado, más veloz, con mejor batería- quedará la duda de si es realmente la hora del reloj inteligente o no”.
Los más optimistas vaticinan que los relojes llegaron para quedarse, y sustituirán a los teléfonos celulares: los smartwatchs traen 3G y también conexión a Internet tradicional, y se espera que en un futuro cercano puedan desde predecir el tiempo hasta medir las funciones vitales, reproducir música, permitir hacer pagos virtuales e interactuar con aplicaciones cada vez más sofisticadas, aportando mayor comodidad y portabilidad al usuario.
Los relojes de Apple estarán disponibles a partir de enero de 2015, y es pronto para saber si revolucionarán el mercado, lo que sí es seguro es que si eso sucede, cambiarán las reglas de juego de la industria tecnológica.