Neurogadgets, la tecnología de la mente

Tecnología

Parece ciencia ficción pero es una realidad: los neurogadgets permiten a quienes los usan interactuar con computadoras y dispositivos a través de sensores que registran los impulsos cerebrales u oculares. En la actualidad son utilizadas tanto por la medicina como por la industria del entretenimiento.

Objetos y herramientas de lo más diversos –como sillas de ruedas-, juguetes, robots y accesorios manejados a través del pensamiento son sólo algunas de las posibilidades que habilita la interacción entre la tecnología y las neurociencias, y que da lugar a un nuevo campo que ya está desarrollándose y que cambiará nuestras vidas para siempre.

 

Esta nueva moda high-tech tiene aplicaciones lúdicas y prácticas: cada vez resultará más frecuente prescindir de botones, consolas, mouses y controles remotos para dirigir el funcionamiento de máquinas y dispositivos, ya que los neurogadgets “interpretan” directamente las intenciones y deseos de sus usuarios. Es de algún modo, una foma de "tecno-telekinesis", que también ensancha, y mucho, las posibilidades de comunicación e interacción entre distintos usuarios.

 

En el terrero de los videojuegos, lo que hoy se realiza a través de teclados y joysticks empieza a generarse a través de los ojos (es el caso de la tecnología de eye tracking) y del cerebro (a través de las ondas cerebrales que leen los sensores de vinchas o cascos). Los fanáticos de Star Wars, por mencionar un caso, ya cuentan con un neurojuguete, el Force Trainer, con el que se puede controlar con la mente una pelotita que debe subir por un tubo de 25 centímetros.

 

Empresas como Emotiv -www.emotiv.com-, que ofrece juegos que se manejan a través de la mente-  o Neurosky  –neurosky.com, que propone un teléfono celular cuyas marcaciones se registran a través de unos auriculares especiales, sin necesidad de utilizar las manos- se perfilan como pioneras de esta tendencia. El MyndPlay, un sensor de actividad cerebral, también incitó el nacimiento de las primeras películas interactivas con control mental: dependiendo del grado de concentración del espectador -registrado por este neurogadget-, los personajes de una película pueden sobrevivir o morir (por el momento, hay dos films "mentales", Paranormal Mynd y Bullet Dodger).

 

¿De qué forma un dispositivo reconoce la “intención” de los usuarios? En algunos casos a través de accesorios como cascos, vinchas o similares que interpretan las ondas alfa y beta del cerebro al modo de un electroencefalograma: los datos viajan por Bluetooth hasta una computadora.
En el futuro cercano, buena parte de la población estará utilizando sus teléfonos celulares, tabletas y computadoras –hacer indagaciones en buscadores como Google, por ejemplo- “con solo pensarlo” y liberada de tener que usar las manos, como ocurre ahora.

 

La ciencia también explora y aprovecha las posibilidades que la tecnología puede brindar a discapacitados motrices y pacientes de muy diversas patologías para quienes se abren nuevas perspectivas de rehabilitación. La oportunidad de interconectar el sistema nervioso humano con sistemas de interfaces y robótica para recuperar alguna función motora ha motivado enormemente a los científicos y despliega nuevos horizontes.

En la última década, por ejemplo, investigadores de todo el mundo han trabajado en la creación de una silla de ruedas que es controlada por los pensamientos del usuario, a quien conduce a destino sin tropiezos. Este tipo de dispositivos, llamados ‘sillas de ruedas inteligentes’, suponen un progreso enorme en la autonomía de aquellas personas con discapacidades severas (parálisis cerebral, esclerosis lateral amiotrófica o lesión medular).

 

Del mismo modo, actualmente se investigan los límites de la interacción entre el cerebro humano y las máquinas. En este sentido, el caso de Matthew Nagle, una estrella del fútbol americano que hace unos años sufrió una lesión medular que lo dejó paralizado desde el cuello hacia abajo, resultó clave: el ex deportista se ofreció como voluntario para un programa de investigación  que buscaba, justamente, aportar a los discapacitados motrices soluciones novedosas y aceptó que los médicos implantaran en su cerebro un electrodo que capta los patrones eléctricos de sus pensamientos. Así pudo controlar el cursor de una computadora sin mover un solo músculo de su cuerpo. Desde entonces puede realizar todo tipo de acciones en su PC únicamente a través de las ondas cerebrales conectadas a la máquina. 

 

Su caso no es el único –aunque fue uno de los primeros-. Actualmente los investigadores profundizan las investigaciones para que, progresivamente, cada vez más pacientes puedan dominar el uso de prótesis y todo tipo de artefactos que favorezcan su movilidad y calidad de vida.