Nanotecnología: prendas inteligentes
Encontrar ropa de calidad, resulte cómoda y tenga buen diseño ya no parece suficiente: la industria textil apunta a llevar a niveles insospechados la utilidad de las prendas. Así como alguna vez pudo haber parecido más propio de la ciencia ficción, hoy ya es posible encontrar vestimenta con propiedades antibacterianas o cosméticas, con capacidad de regular su temperatura –en función de la temperatura corporal y la externa- nutrir la piel, repeler las manchas de las salsas o el café, cambiar de color, proteger contra el fuego, transmitir electricidad o poseer capacidad antibacteriana, incluso de suministrar insulina a los diabéticos. Es la irrupción de la ropa inteligente: la idea es que las prendas interactúen de algún modo con el organismo o con el entorno, en el mayor grado posible. Incluso permitirán en el futuro prescindir del lavarropas.
Muchas de las telas disponibles en el mercado tendrán la cualidad no ensuciarse.
La razón de estos avances obedece a una sencilla razón: el avance de la tecnología y de la investigación científica permite que las algunas fibras textiles actuales tengan la posibilidad de modificarse, tanto desde el punto de vista físico como químico, a partir de la incorporación de nanopartículas o productos microencapsulados en las telas. Los descubrimientos recientes y la proyección del fenómeno tendrán, en un futuro no muy lejano, efectos impredecibles, en el modo de vestir y de vivir.
El concepto nano viene del griego y alude a una medida que se caracteriza por ser una escala mínima de la materia: nanométrica (millonésima parte del milímetro). La nanotecnología es una ciencia que se dedica a la observación, control y manipulación de una escala a nivel de nanomateriales, es decir, átomos y moléculas. Lo que busca es llegar a lo más mínimo de la materia. De ahí, un paso a que los científicos se propongan aplicar la nanotecnología para crear un funcionamiento excepcional en artículos diarios: ropa, mobiliarios caseros, interiores, telas industriales.
La idea en el área textil es que las modificaciones se produzcan sin que el usuario lo perciba. Esto tendrá resultados notables tanto en el terreno del diseño y de la moda. Algunos expertos estiman que no menos de un 20% de los materiales textiles europeos incorporará la nanotecnología en un plazo de cinco años.
Las bacterias no tendrán posibilidad de traspasar las nuevas telas que se están fabricando a fines de proteger a los usuarios de múltiples enfermedades que se contagian a través de la piel o el contacto con el entorno. Otro de los efectos más llamativos de las telas inteligentes son, por ejemplo, rejuvenecer la piel, a través del microencapsulamiento de vitaminas –como la vitamina E-, que los científicos fabricantes incorporan en las fibras. También se pueden encapsular partículas metálicas de distintos tonos para colorear las telas sin necesidad de utilizar colorantes, y evitando que se desgaste su intensidad.
Hay fibras fluorescentes con luminosidad, también otras que repelen el agua, de muy alta capacidad impermeable, otras que tienen la capacidad de cambiar de color en presencia de alérgenos advirtiendo al usuario que está en un ambiente peligroso para su salud. También hay telas que responden a cambios en el ambiente –de luz, de temperatura-. Las más atractivas para ser utilizadas por niños o deportistas son las que tienen la propiedad de endurecerse como el yeso ante un impacto imprevisto –un golpe, por ejemplo-.
Los laboratorios y universidades que trabajan en la investigación de esta área auguran un drástico cambio de hábitos y de calidad de vida, a medida que se comiencen a utilizar estas prendas a nivel masivo. La empresa norteamericana Nano-Tex es una de las que está creando las innovaciones más revolucionarias del mercado del textil.
Esta nueva vía abre una asombrosa capacidad de innovación y de reconversión en un sector tradicional como es el de la industria textil.