Estudiar en la web

Tecnología

Hasta hace muy pocos años, la imagen del estudiante típico incluía pilas de libros, fotocopias, apuntes, resaltadores con los que subrayar los textos. Por estos días, sin embargo, parece más representativa la de un joven sentado frente a una PC: está probado a esta altura que los alumnos secundarios y universitarios recurren cada vez menos a los libros para buscar información, los dispositivos tecnológicos, como las computadoras hogareñas, ocupan en la actualidad ese lugar, el de la fuente del saber.

Según un estudio de la consultora internacional GfK hecho entre 37.000 jóvenes de 25 países, el interés de los adolescentes locales por la electrónica, Internet y las computadoras supera al del resto de los países de la región. Los chicos usan la informática para informarse, aprender y tomar datos que utilizan en sus tareas escolares o universitarias. “La posibilidad que tenemos de acceso a Internet pone a nuestra disposición  una cantidad prácticamente infinita de fuentes de información, en una inmensa gama de formatos, que van desde el texto, hasta el video”, plantea Fabio Tarasow*, especialista en Educación y Tecnología de FLACSO, consultado por Revista Cabal.

 

“Al mismo tiempo, Internet se presenta como un espacio donde es posible (al menos en teoría) publicar y dejar oír otras voces que no siempre eran escuchadas utilizando los medios convencionales. Democratización, riqueza, inmediatez de acceso a la información y publicación. La diversidad y cantidad de información pone el acento ahora no ya en la búsqueda de la información, sino en poder construir nuevos  conocimientos con toda esa información. Porque no olvidemos que la  información no es lo mismo que el conocimiento. La información son todos los datos que  puedo encontrar en internet, el conocimiento es el proceso de construcción que realizo con esos datos, comparando contrastando, elaborando y  verificando hipótesis.”

 

En este punto, surge la pregunta obligada, ¿cuál es el mayor desafío que enfrenta la educación, al contar con estas nuevas tecnologías como herramientas de trabajo de los estudiantes? “El desafío para los sistemas educativos es ser capaces de formar a las nuevas generaciones utilizando todos los nuevos dispositivos, toda la información alcanzable en la pantalla para que concreten sus propios procesos de construcción del conocimiento”, responde sin dudarlo Tarasow, que reconoce sin embargo “el riesgo de quedarnos atorados solo con la  ‘información’ sin tomar la altura necesaria para acceder a los procesos de construcción de conocimiento”.
Las dificultades aparecen, muchas veces, cuando los chicos no están en condiciones de discernir qué fuentes son confiables y cuáles no lo son: ellos pueden tomar información errónea, darla por cierta, y trasladarla a los trabajos que después entregan a sus docentes. “En este sentido, una de las tareas principales también del sistema educativo es poder formar a los jóvenes en reconocer las fuentes de información que utilizan en su proceso de construcción de conocimiento”, sostiene Tarasow. “Esto implica un uso crítico, un cuestionamiento permanente a lo que se está leyendo. A veces tiende a pensarse que esto es algo que se da naturalmente, ya que los jóvenes tienen mucha fluidez y facilidad para usar la tecnología. Sin embargo la capacidad de generar usuarios críticos de las nuevas tecnologías  es una de las tareas más importantes que como adultos nos debemos hacia las generaciones mas jóvenes.”


Otro error frecuente es el habito de ´cortar y pegar´ (cut and paste); los jóvenes suelen tomar contenidos textuales y trasladarlos a sus trabajos, sin que medie elaboración y desconociendo que buena parte de los contenidos están firmados o son propiedad intelectual de quien los publicó. Hace años o décadas, si alguien tomaba una definición de la Enciclopedia Británica, por dar un ejemplo, citaba esa fuente. En la actualidad –cuando además la Enciclopedia Británica ya no se edita en papel sino sólo contenidos digitales-, ese paso muchas veces se saltea.
Una de las alternativas con las que cuentan los docentes para sortear el problema es pedirles a los chicos, que más allá de la búsqueda de información, aporten su opinión o visión sobre determinado tema, o que comparen distintas fuentes que aporten datos sobre una determinada cuestión. Eso les dará la posibilidad de pensar, argumentar y elaborar, más allá de la obtención de datos, que también deberán evaluar a partir de fuentes que consideren confiables.


El objetivo del docente debe ser fomentar el proceso de comprensión de los hechos o fenómenos, y ayudar a los alumnos a profundizar mecanismos de razonamiento. Lo importante no es restringirles Internet como fuente de información –lo que, además de absurdo, implicaría desaprovechar una herramienta revolucionaria a estos fines- sino transmitirles que ellos deben ejercer el pensamiento crítico y aprender a seleccionar y utilizar las fuentes de datos de manera inteligente y responsable.
A la hora de aconsejar o sugerir herramientas útiles para la búsqueda de información y el estudio, Tarasow explica: “En los últimos años existe la tendencia a hablar de los entornos personales de aprendizaje, entendidos como la constelación de recursos digitales que cada persona utiliza en sus proceso de estudio. Así, resulta que existe un gran número de aplicaciones y recursos para que  cada persona pueda adoptarlos y recrearlos de acuerdo a sus propias  características. El objetivo es que este entorno personal amplifique las capacidades que tienen las personas y se convierta en un ‘Yo enriquecido y fortificado’ (vitaminizado) con el uso de las TIC”, plantea el especialista.


“Podemos entonces afirmar que existen infinitos recursos que se puede utilizar para los procesos de aprendizaje; más difícil es encontrar el tiempo para probarlos todos. Una muy somera y escueta clasificación  nos permitiría distinguir entre Aplicaciones para buscar información: Google académico, realiza una búsqueda dentro de textos científicos. La wikipedia, que permite en general un nivel básico para acceder a la comprensión de un tema (siempre resulta interesante comparar las versiones de un mismo tema en distintos idiomas y leer también las discusiones entre los editores donde se va exhibiendo la cocina de como son los acuerdos para redactar el artículo. Aplicaciones para gestionar la información: resulta muy importante poder hacer orden en el océano de información que recibimos a diario. Agregadores de RSS, son tableros donde nos van llegando de manera automática las actualizaciones de los sitios que nos interesan, por ejemplo netvibes.com Existen también agregadores de noticias, en las que uno puede definir que se vayan agregando noticias que se publican en diarios y revistas sobre temas específicos, por ejemplo www.getprismatic.com. Los sitios de marcadores sociales nos permiten, por un lado subir a la red todos nuestros vínculos acumulados (y evitar que se pierdan o que  se extravíen entre computadoras) y nos permiten, además, ponerle etiquetas (taguearlos) y compartirlos con otras personas.

Para graficar información existen herramientas interesantes.  Prezi.com permite diseñar presentaciones pero desde una lógica de zoom. Puedo ir hacia adentro de un tema y luego volver a salir y mantener siempre una  relación entre la totalidad de un tema y sus aspectos específicos (esto a diferencia de las presentaciones de diapositivas que suelen ser lineales). Gliffy es también una interesante herramienta para hacer gráficos de diferente tipo”.

Más herramientas útiles

Entre las facilidades que aporta Internet y que pueden ser aprovechadas por los estudiantes, se incluye la posibilidad de escribir colectivamente un trabajo grupal usando herramientas como el correo electrónico, el Messenger –que permite comunicarse a varias personas simultáneamente e intercambiar archivos- o los sitios que almacenan archivos online.

En Yahoo! Argentina (http://ar.yahoo.com) hay más de 1.500 grupos online compuestos por compañeros  de estudio (hay que ingresar a sección ‘Grupos’ y ‘Crear un grupo nuevo’, seleccionando categoría ‘Compañeros’), y lo mismo ocurre en sitios como Ubbi (www.ubbi.com) y en MSN (http://groups.msn.com), entre otros.
A través de esos espacios, los estudiantes intercambian escritos, discuten temas o crean eventos compartidos. Generalmente, este servicio es gratuito y sólo se precisa ser poseedor de una cuenta de mail, que puede crearse con la intención de que todo lo que se envía a esa casilla llegue a los integrantes del grupo en cuestión. Los usuarios reciben también una dirección web en donde pueden acceder a los contenidos que los integrantes van publicando o modificando.
El procesador de textos de Word también ofrece la opción de modificar documentos grupales (con la opción Revisión de documentos, Ver, en Barra de herramientas Revisión, Control de cambios). Así, cada miembro del grupo puede hacer modificaciones y reenviar el texto por e-mail.
La clave es aprovechar las facilidades que aportan las nuevas tecnologías y hacerlo responsablemente, de manera de respetar la propiedad de autor y no evitar el desafío de pensar sobre la información disponible.

* Fabio Tarasow es Doctorado en Ciencias Sociales por la Flacso (sede Argentina), es Maestro, Licenciado en Ciencias de la Educación por la Uba, y Magister en Comunicación y Tecnología educativa por el ILCE (México). Cursó estudios del B.A. en cine y televisión en la Universidad de Tel Aviv. En la actualidad se desempeña como coordinador del Proyecto Educación y Nuevas Tecnologías de la Flacso Argentina, es docente de la Escuela de Educación de la Universidad de San Andrés. Es consultor privado de diferentes instituciones nacionales e internacionales (Perú y México). Publica regularmente su columna en el Portal del PENT.

 

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