Drones: qué son y para qué sirven

Tecnología

Son auténticas maravillas tecnológicas y ya se utilizan para múltiples tareas que el ser humano no puede o no quiere arriesgarse a realizar. Qué son y cómo funcionan estas pequeñas naves voladoras.

Creadas durante la guerra fría por los Estados Unidos para espiar a los países del bloque comunista, las pequeñas naves voladoras que hoy vemos sobre las canchas de fútbol, las zonas inundadas o los actos políticos, resultaron de gran utilidad para espiar sitios en misiones de alto riesgo y que implicaran peligro- por ejemplo, de que una aeronave pudiera ser derribada con la consecuente pérdida de vidas humanas-.  La utilización que se les da actualmente es muy variada, y en los últimos años, los usos se han multiplicado en todo el mundo. Si bien, aún el uso no es masivo, se espera que cada vez más acciones puedan realizarse con estas ligeras naves robóticas.

   Los llamados drones responden a un sistema aéreo no tripulado, que consta de un centro de comando terrestre, una conexión satelital y una o varias aeronaves que responden a las órdenes de mando.  Funcionan del siguiente modo: desde el centro de comando terrestre, se controla la pequeña aeronave y se reciben las imágenes y los datos generados por ésta. El comando se conforma, a su vez, por una consola desde donde el “piloto” conduce el dron por medio de un joystick, mientras una serie de sensores y un operador interpretan la información, las imágenes o videos captados y los emiten en pantallas, editan o analizan los datos recogidos.

    Por estos días, buena parte de los drones de consumidores no profesionales apuntan al registro de imágenes, pero se calcula que en un futuro cercano su uso será masivo también para otros fines, como el reparto de mercadería en las grandes ciudades. Amazon, por ejemplo, obtuvo el permiso recientemente para probar el servicio en los Estados Unidos y Google promete entregar la mercadería que se venda a través del sitio por medio de drones.

    Una de las ventajas evidentes es la ligereza y el tamaño de las pequeñas naves: como vehículo es uno de los más cómodos para circular por sitios peligrosos o muy poblados. Suelen estar construidos en base a fibra de carbono, materiales metálicos y  plástico: la fibra les da resistencia y ligereza, mientras que el plástico se utiliza en los puntos de la estructura que no son cruciales para la resistencia del dispositivo (el metal está en los tornillos, baterías y motores).

En el centro del dron, hay baterías que suelen ser muy ligeras y de tamaño muy reducido, y además tienen cuatro motores situados en los extremos, que son los que le permiten al artefacto propulsarse (responden al mismo principio que permite volar a los helicópteros). A su vez, en el fuselaje del aparato hay una placa lógica que contiene los sistemas de navegación y control y en este circuito, dependiendo del dispositivo, hay un chip GPS que permite precisar más el vuelo libre de navegación. A partir de las  posiciones de localización por satélite es posible trazar un camino y soltar el robot que seguirá al pie de la letra el camino dibujado por el controlador. En el mismo tablero hay una computadora que recibe las instrucciones de navegación en el caso de control manual y pasa a los motores, aumentando o disminuyendo la aceleración y la altitud.

    Los drones no son aparatos “inteligentes” sino pasivos, esto significa que casi todos ellos obedecen las órdenes de un operador en el suelo, que son transmitidas por radio desde un control remoto de gran alcance, aunque hay algunos modelos más sofisticados que tienen cierto nivel de autonomía y controles de vuelo incorporados.

Ya empieza a ser cada vez más familiar ver imágenes tomadas por drones en video clips, comerciales de televisión e Internet, coberturas periodísticas, entre otras producciones audiovisuales.