Con ustedes, la “generación touch”
“Los niños están hoy inmersos en un gigantesco y no planificado experimento, rodeados de tecnología que no existía hace cinco años”, asegura un estudio (http://kathyhirshpasek.com/wp-content/uploads/2015/09/Psychological-Sci…) publicado en la revista estadounidense Psychological Science in the Public Interest. Y no es raro pensar que así sea, si a veces pareciera que los chicos nacen sabiendo cómo usar una tablet. Incluso antes de empezar a hablar entienden cómo deben arrastrar sus pequeños dedos por la pantalla para mover tal o cual objeto y que algo suceda en forma instantánea. Porque para ellos las touchscreens no son elementos nuevos, sino unas simples herramientas que estuvieron ahí desde el principio. Por eso es que a los nacidos de 2010 a esta parte suele llamárselos de ese modo: la generación touch.
El smartphone casi funciona hoy como una parte más del cuerpo. Y ya no hay que esperar a que empiece un programa de televisión, ni a que llegue el correo, o el diario, mucho menos a revelar una foto para poder verla. Por crecer en ese entorno suele decirse de los nativos digitales (dentro de los cuales están los chicos “touch”) que son inconstantes y están hiperestimulados, tan acostumbrados a tener para todo una respuesta inmediata que cuando deben esperar, entonces la paciencia se les acaba demasiado pronto. También se les achaca que necesitan hacer un esfuerzo de adaptación enorme cada vez que no tienen internet, o que no diferencian bien entre lo público y lo privado: cualquier material es susceptible de ser compartido con el mundo. A la vez, sin embargo, son niños que aprenden desde temprano a trabajar de forma colaborativa, son curiosos y, contra lo que muchas veces se dice, bastante activos. Nada de quedarse pasivamente contemplando lo que acontece.
Todas son, desde luego, meras generalizaciones. Pero también cabe preguntarse -a la luz del clima de época y por el hecho de vivir en una sociedad digital- hasta qué punto los cambios tecnológicos provocan modificaciones en las conductas y en la forma de relacionarse y aprender. ¿De qué forma impactan las pantallas en el desarrollo intelectual y social de los chicos? ¿Implica el rótulo de “generación touch” algo más que simplemente tocar, esto es: exploran e incorporan ellos el conocimiento de otra manera?
Autora del libro Infancias entre pantallas, Carolina Duek sostiene que un tipo de expresión que se repite irreflexivamente es aquello de que “los chicos de ahora nacen con el mouse en la mano”, o “los chicos de ahora son rapidísimos”. “Esas expresiones no resisten ningún análisis sociológico ni médico serio. ‘Los chicos de ahora’ nacen en un entorno plagado de estímulos de consumo y atención, de pantallas que los convocan como protagonistas y receptores privilegiados de la oferta”, explica, a la vez que anima a los padres a entender a fondo el fenómeno para poder desentrañar así las lógicas que propone. “Por eso no se trata de prohibir la relación con las pantallas, sino de comprenderla y tomar las riendas de las vidas de los más chicos, no a través del ‘control policial’ de lo que hacen, sino siendo parte de sus consumos. Se trata de comentar lo que ven, pensar junto con ellos, exigirles que hablen y expongan los motivos por los que algo les gusta más que otra cosa”, marca la doctora en Ciencias Sociales que además es investigadora del Conicet y docente de la facultad de Comunicación de la Universidad de Buenos Aires.
Duek considera que las interfaces se han simplificado para todas las edades. “Mi abuela de 88 años y mi hija de 7 encuentran mucho más fácil insertarse en el mundo tecnológico que cuando yo empecé y las computadoras eran bastante más hostiles. Pero no tiene que ver específicamente con un diseño a favor o en contra de los niños, sino que hay que pensarlo como una evolución a favor de las interfaces táctiles que simplifican la cantidad de pasos y clics y el nivel de motricidad que demandan. Basta ver a un niño muy pequeño o un adulto muy mayor intentando clickear algo con el mouse: esa tarea requiere de un nivel de abstracción enorme, además de determinado desarrollo de la motricidad”, argumenta. Y prosigue: “De lo que no estoy segura es de si existe alguna diferencia en el desarrollo cognitivo por el hecho de que la pantalla sea táctil. Cuando aparecieron las consolas de juego kinect también se decía que la gente no iba a salir más de su casa. El cambio que sí me parece relevante es el de la forma de consumo, la individualización de la recepción que tiene que ver con esta idea de una persona por pantalla”.
Saquen una tablet
De la misma forma que ocurrió con los millenials, la generación touch representa para los educadores todo un reto, en tanto los sistemas educativos tradicionales hacen crisis (por esta y varias razones) y el uso de la tecnología en el aula comienza a volverse un imperativo. Los desafíos se vuelven entonces múltiples y van desde la necesidad de pensar de qué forma las pantallas se llevan al aula, a cómo pueden los docentes incorporar nuevas formas de enseñar.
Hace ya diez años que fue lanzado en Uruguay el “Plan Ceibal”, un proyecto creado con la idea de proporcionar una netbook a cada chico en edad escolar y a cada maestro de la escuela pública, capacitando a la vez a los docentes en el uso de las TICS (Tecnologías de la Información y la Comunicación) y promoviendo la elaboración de propuestas educativas que las incluyeran. El Ceibal (acrónimo de "Conectividad Educativa de Informática Básica para el Aprendizaje en Línea") fue noticia en el mundo por su alcance nacional y también objeto de varias investigaciones, una de las cuales (http://cienciassociales.edu.uy/wp-content/uploads/2014/09/Angeriz-etal.pdf) señala que “los docentes de educación Inicial y de primeros años de la primaria pueden desempeñar un papel esencial en el proceso de ofrecer a los niños y niñas el contacto con las tecnologías, creando entornos de aprendizajes significativos en donde puedan expresarse y relacionarse con su medio”, dice el informe, que también asegura que la inmersión temprana en la sociedad de la información les genera un saber clave sobre las nuevas tecnologías, un capital cultural que, basado en su propia experiencia, los posiciona de una manera privilegiada en relación a ellas.
En esa línea va el catalán Genis Roca (que es arqueólogo, estratega digital y experto en cómo la digitalización está impactando en diferentes ámbitos) cuando afirma que estamos en una sociedad digital, con lo cual es fundamental que los chicos sepan cómo manejar ese entorno digital. “Y no me refiero a saber usar un procesador de textos –dice-, sino a recursos de conocimiento de un mundo en red. Porque a esto no nacen sabiéndolo: qué es gestionar en red, colaborar en red y gestionar ingentes cantidades de información”, advirtió hace unos años en el evento TEDxGalicia. “Demorar el acceso de nuestros hijos a la red será crítico para su desarrollo personal y profesional. Por muchos riesgos que identifiquemos, hay que hacer el viaje”, concluyó el experto.