Aplicaciones para no perder el tiempo
Es más o menos evidente que, más allá de las innumerables ventajas que ofrecen, las redes sociales son actualmente las principales fuentes de distracción, para los ciudadanos contemporáneos con acceso a Internet. Por eso el último grito de la moda tecnológica son las aplicaciones contra la pérdida de tiempo.
Hoy, cualquier poseedor de PC o Smartphone sabe que uno comienza conectándose a una página o a una red y puede llegar a desconectarse una hora después habiendo circulado por decenas de páginas a las que fue derivando sin tener esa intención original (¿quién no se ha conectado, por ejemplo, al sitio de Wikipedia, para chequear un dato y ha salido mucho más tarde habiendo leído la historia de Polonia o cómo se recicla un mueble viejo?, la realidad es que suele ocurrir)
Los escritores y trabajadores autónomos –que no cumplen con horarios formales- resultan ser los más afectados, en términos de productividad. Tanto es así que hay quienes se refieren a esta como “La era de la pérdida del tiempo” (uno de ellos es el autor Piers Steel, que escribió sobre el asunto). Rosie Gray, experta en “gestión del tiempo” ha dicho, por su parte: "Una de cada cuatro personas se describiría a sí misma como una perdedora de tiempo crónica, mientras que más de la mitad de la población diría que malgasta las horas con frecuencia. En los últimos 40 años, el desperdicio crónico de tiempo ha crecido entre un 300 y un 400%".
Lo cierto es que, por estos días de tecnología omnipresente existan app que se proponen limitar las distracciones de los navegantes y facilitarles así la concentración en el trabajo.
Una app especialmente brutal es Write or Die (Escribe o Muere, en español): el objetivo es que el escritor o autor no ‘pierda el hilo’ de lo que está haciendo, por eso si la pausa entre palabra y palabra es demasiado prolongada una luz roja aparece en la pantalla y borra lo escrito. "Es como escribir con una pistola en la cabeza", describe David Nicholls, un autor británico que se reconoce dependiente de la aplicación (de hecho, con esa app escribió una primera versión de lo que se convirtió en su novela nominada al premio Booker).
Otras app de moda son: Finish, Procrastor, Procrastination Hack, e incluso Yelling Mom (Madre Gritona), por ejemplo. Esta última trata de captar la atención del usuario por medio de varias alertas que suenan como el regaño de una madre. También están aquellas que restringen el tiempo de conexión a Internet, como Freedom y SelfControl.
Freedom, creada por Fred Stutzman, un estudiante y programador de la Universidad de Carolina del Norte, es un programa que desconecta al usuario de Internet y de las redes sociales. Bloqueando en acceso a la web hasta que el usuario reinicia su equipo. La idea se le ocurrió al estudiante cuando aún era estudiante y se encontraba trabajando en su tesis y comprobar que no era capaz de concentrarse por culpa de Internet.
Finish, por su parte, es, una herramienta que tiene como bandera ese dicho de “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”. A Ryan Orbuch y Michael Hansen, los creadores de la herramienta para iOS, la idea se les ocurrió cuando estaban en plenos exámenes finales durante su segundo año en la escuela Boulder High School (Colorado). Estuvieron trabajando durante meses en la interfaz, diseño y desarrollo hasta que lograron su objetivo, crear la app con la que los usuarios pueden marcarse objetivos a corto, medio y largo plazo. A medida que las fechas límites para realizar tareas se van aproximando, la aplicación les avisa.
Una compañía informática española, a su vez, pensó que la contradicción de nuestra era es que cada vez estamos más conectados pero menos cerca, y decidió crear una aplicación que a Apple le pareció muy interesante: Meetizer, disponible para iOS (en breve también en Android) ha sido calificada como «Mejor App nueva» en 17 países de Europa y Latinoamérica, con unos resultados de 10.000 descargas en sus primeras dos semanas «online». Lo que propone esta app es favorecer encuentros ‘reales’ (físicos) entre los usuarios: cada uno anuncia dónde estará –y a qué hora- para que otros puedan sumarse al meeting y concretar encuentros sociales o de trabajo, en el que hubiera sido “tiempo perdido” en un determinado punto, ciudad o región.