Tuiteros en la cocina
En estas dos décadas de reinado de Internet, la gastronomía siempre se encargó de ocupar un lugar importante. Primero con las páginas de recetas, apenas textos y fotos como si fuera un libro para leer en pantalla. Después, tecnología y diseño mediante, sitios Web más elaborados y las primeras guías de restaurantes, algo rudimentarias pero útiles. La cosa se disparó con la inclusión de videos, donde ya era posible no solo leer una receta sino ver cómo el cocinero en cuestión la elaboraba. Y con los blogs, de los que hay hoy decenas de miles, y en los que es posible recorrer los más variados aspectos en torno a la comida. Lo último fue la aparición de las redes sociales, y entre ellas Twitter empieza a ocupar un lugar especial.
El desafío de los 140 caracteres por lo general se facilita con la inclusión de links a páginas, blogs, fotos y/o videos, pero lo más interesante es que están dadas las condiciones para, eventualmente, interactuar con las figuras más destacadas de la actividad, algunas de ellas más proclives que otras a contestar inquietudes de sus seguidores. Porque virtualmente todos los grandes actores gastronómicos tienen su cuenta de Twitter y el número de seguidores crece día a día y en algunos casos llega a niveles astronómicos. Como el carismático chef y emprendedor inglés Jamie Oliver (@jamieoliver), con más de 3.500.000 seguidores, o su “odioso” compatriota Gordon Ramsay (@GordonRamsay), con más de 1.500.000, igual que el neoyorquino chef y viajero gastronómico Anthony Bourdain (@Bourdain). Otros como el consumidor de rarezas Andrew Zimmern (@andrewzimmern), el italoestadounidense Mario Batali (@Mariobatali) o la encantadora Nigella Lawson (@Nigella_Lawson) suman cientos de miles de seguidores, igual que chefs de esta parte del mundo como el peruano Gastón Acurio (@gaston_acurio), el venezolano Sumito Estévez (@sumitoestevez) o “nuestra” Narda Lepes (@NardaLepes).
¿Qué ofrecen estos líderes de la comunicación gastronómica? En gran medida, lo mismo que en sus shows de TV, con la ventaja de que no es necesario ver todo un programa para obtener, por ejemplo, una buena receta, sino que el link va directamente allí donde promete. Además, claro, fieles al estilo de la red social, cuentan por dónde andan o dónde comieron y publican fotos de algunos de esos platos preparados por colegas. Y, por supuesto, promocionan sus restaurantes, sus escuelas, sus líneas de productos, sus charlas. Como cualquier tuitero que se precie.
Para cuestiones más cercanas en el espacio están las cuentas de guías de restaurantes y otros asuntos y tendencias locales (@guiaoleo, @restorandoarg, @viaresto, @planetajoy, @fondodeolla, @glamout), cada una con su estilo y su target, y blogueros más personales como @laguerrillafood, @sommelierdecafe o @pickupthefork, el alias de Allie Lazar, una estadounidense radicada en la Argentina que escribe, en inglés, sobre nuestra gastronomía. En formatos más tradicionales y segmentados aparecen, entre muchas otras, cuentas concentradas especialmente en las recetas como @cocinerosarg, @cocineros, @directopaladar, @elgourmet, @Utilisima_AR, @recetasen140 y @CocinatuRefri, que tiene un amplio recetario en video. #BuenProvecho