Sube la espumita

Gourmet

El consumo de cerveza, otra vez en alza.

Después de cinco años de amesetamiento, y a pesar del boom de las artesanales (son cerca de un millar pero representan solo el 1,5% del mercado), el consumo de cerveza a nivel nacional volvió a crecer. Levemente, pero lo hizo. El consumo anual per cápita alcanzó en 2017 los 42 litros, uno más que el año anterior. Aun así, es bastante menor que en otros países de la región, como Brasil, Colombia y Venezuela, con alrededor de 65 litros al año, y sustancialmente más bajo que los líderes mundiales: República Checa (175 litros) y Alemania (160).

En la Argentina, donde funcionan 9 cervecerías y 6 malterías, fueron 18 millones de hectolitros los consumidos, producidos en una industria con 8.500 trabajadores directos y más de 127.500 indirectos, con una distribución federal: el 80% del empleo se genera en el Interior. Además, el 90% de sus ingredientes (malta, lúpulo, levadura y agua) se producen en nuestro territorio.

El consumo de cerveza contrasta con el de la mayoría de las otras bebidas alcohólicas, que vieron cómo caía su preferencia, seguramente como consecuencia de la crisis económica y las sucesivas devaluaciones, que incrementa el precio de los productos importados, numerosos en el rubro. La cerveza, en cambio, aumentó sus ventas en un 19%, según fuentes del sector, quizá también por su menor precio, en especial en latas, que ya representan el 20% del mercado. Ese incremento hizo que el negocio de las bebidas alcohólicas, pese a su caída general, creciera un 4%. Las ventas de alcohol tuvieron un descenso brusco en varios de los rubros más representativos: vino común (-14%), vino fino (-16%), fernet (-15%), aperitivos (-8%) y espumantes (-14%).