Quizá la más típica de las bebidas españolas, también es muy consumida en Portugal, únicos países a los que la Unión Europea les permite usar este nombre para referirse a ella. Consiste básicamente en una mezcla de vino y frutas que se bebe fría. De todos modos, las recetas son muy variadas, no solo en sus lugares de origen sino en otros en todo el mundo donde suele consumirse, entre ellos la Argentina. La variante principal es el uso o no de otra bebida alcohólica, de mayor graduación, como el brandy o algún aguardiente, pero también varía según la época del año y las frutas de estación disponibles.

Ingredientes (para 6/8 personas)

750 cc de vino tinto de buena calidad

½ litro de jugo de naranja

1 limón exprimido

2 duraznos

1 manzana

1 rama de canela

2 cucharadas de azúcar

2 cucharadas de agua

1 chorro de vino dulce (moscato, mistela, etc.)

Hielo

Preparación

Con el azúcar y el agua preparar un almíbar. Dejar enfriar. Pelar y cortar la fruta en pequeños trozos. Colocarlos en una jarra junto con el jugo de naranja y el de limón, trozos de cáscaras de naranja y limón y la canela. Agregar el vino tinto y el vino dulce e incorporar el almíbar ya enfriado. Mezclar bien. Refrigerar en la heladera por al menos dos horas, y no mucho más para que la fruta no fermente. Poco antes de servirla agregar hielo.

Otras versiones

El almíbar se puede reemplazar por endulzante o simplemente dejar que la fruta en trozos y en jugo endulce la preparación. En el mismo sentido, el vino dulce se puede obviar. Se pueden usar otras frutas como ciruelas o uvas. Sobre el final se le puede agregar un chorro de alguna bebida blanca o de vermut rojo.