Es uno de los más conocidos manjares uruguayos y su fórmula original se mantiene en secreto desde 1927, cuando fue creado por Orlando Castellano en la Confitería Las Familias del departamento de Paysandú. Desde entonces se produce y se exporta a otros países, entre ellos la Argentina. Sin embargo, otros pasteleros lo hacen y hay varias recetas que logran acercarse a su versión primera. El postre nacional del Uruguay consiste básicamente en un bizcochuelo relleno en capas con dulce de leche, crema, merengue y duraznos en almíbar. Lleva el nombre en guaraní de un pájaro de gran tamaño, típico de la zona.

Ingredientes (para 12 porciones)

Bizcochuelo:
6 huevos
180 g de azúcar
180 g de harina leudante
1 cucharadita de esencia de vainilla
Relleno:
500 g de dulce de leche repostero
1 disco de merengue
250 g de merenguitos
500 cc de crema de leche
50 g de azúcar
1 lata de duraznos en almíbar

Preparación

Para el bizcochuelo, batir a punto letra los huevos con el azúcar. Agregar de a poco la harina hasta integrar bien. Enmantecar y enharinar un molde, volcar en él la preparación y cocinar durante unos 45 minutos en horno a temperatura media precalentado. Mientras se cocina, hacer una crema chantilly con la crema y el azúcar y cortar los duraznos en gajos.

Presentación

Una vez que se haya enfriado, dividir el bizcochuelo en tres discos y humedecerlos con el almíbar de los duraznos. Cubrir la capa inferior con el dulce de leche. Colocar encima un disco de merengue también humedecido. Agregar la segunda capa de bizcochuelo y cubrir con parte de la crema chantilly y de los duraznos. Encimar la última capa de bizcochuelo, cubrir con la crema restante, romper encima los merenguitos y decorar con trozos de durazno. Llevar a la heladera al menos tres horas (es ideal dejarlo de un día para el otro) antes de servir.

Otras versiones

En lugar de duraznos se puede utilizar ananá en almíbar o frutillas frescas.