Los especialistas en pastas
En la gran mayoría de los restaurantes del país se puede comer pastas, pero los especializados en cocina italiana son, claro, los más recomendados para degustarlas. Aquí, algunos de ellos:
(Alicia Moreau de Justo 192, 4315-6216/8. Lunes a domingo, mediodía y noche. Mesas al aire libre. Estacionamiento. Se sugiere reservar. Gasto promedio: $200)
Instalado en Milán desde 1926 gracias a la visión de Beatrice “Bice” Ruggeri, con sucursales en Tokio y Nueva York, la sede porteña ya tiene 20 años, en los que se consolidó como uno de los más prestigiosos y exclusivos restaurantes de comida italiana de la ciudad. Raviolones de queso Brie y alcauciles con salsa de crema, Ravioles verdes de espinaca y ricota, Lasagna bolognesa y los imbatibles Ravioles de ternera con salsa de hongos son las pastas rellenas que ofrece Bice, en cuyo menú se destacan también sus arroces –Risotto al nero de sepia, con hongos, con frutos de mar o con espinaca y Gorgonzola-; sus otras pastas, frescas y secas; pescados y carnes, en todos los casos utilizando materia prima italiana como la pasta, el arroz, el pomodoro y el aceite de oliva. Para finalizar, su Sinfonía de postres es una degustación imperdible para golosos. Y para acompañar estos manjares, ofrece una cava con más de 200 etiquetas de vinos argentinos e importados.
(Báez 196, 4779-9060. Lunes a domingo, noche. Se sugiere reservar. Gasto promedio: $120)
Clásico de clásicos en Las Cañitas, uno de los emprendimientos del gran Silvio Quintiero junto con Fabián, su hijo músico, conserva la onda de bodegón fashion y su cocina italiana genuina y a la vez aggiornada. Entre su amplia oferta de pastas frescas y secas, entre las rellenas siguen siendo imperdibles los Sorrentinos negros, los Ñoquis con muzzarella, los Ravioles de ricota y espinaca, los Canelones de ricota y muzzarella y los Sorrentinos de calabaza y muzzarella. También son deliciosos sus clásicos Fusilli al fierrito. A la hora de elegir las salsas, además de las tradicionales las hay de brócoli con oliva y ajo, de crema con salmón y sésamo y de vegetales salteados, entre muchas otras. También son recomendables las picadas y antipastos, las rabas, las provoletas y, entre los postres, un casi etéreo tiramisú o la exquisita mouse de chocolate negro o blanco. Para acompañar, variedad de cervezas, etiquetas de vino (de $70 a $400) y champán nacional e importado.
(Colectora Panamericana, Ramal Pilar Km 41,5, Pilar, 02320-472129. Gasto promedio: $80)
Un festival de más de un centenar de pastas y salsas de todo el mundo y para todos los gustos, en porciones súper abundantes que invitan a compartir. De cada pasta hay una gran variedad para elegir. Entre los Ravioles se destacan los de verdura y seso cortado a mano, los rosados de cuatro quesos, los negros de verdura y jamón, los azules de ricota y jamón, y los Príncipe de Gales, de pollo y verdura. Hay Sorrentinos rellenos de jamón, ricota y muzzarella; Torteletis blancos (ricota y roquefort) y verdes (hígado de pato y ricota); Capeletis blancos (paté y ricota), verdes (ricota y camarones) y negros (atún); Agnolotis verdes (conejo, muzzarella y albahaca) y naranjas (pollo, champignon y muzzarella); Tallarines rellenos blancos (pollo y ricota) y verdes (salmón y pistacho), Lasaña de seis elementos y varias opciones de Canelones, Panzotis, Ñoquis y Tallarines caseros. También hay pastas típicas de otras latitudes como los Kreplaj de queso, los Varenikes de papa y cebolla, los Ravioles turcos de cordero y especias y los Ñoquis chechenos de pasas de uva, entre otras delicias internacionales. Lo mismo que con las pastas sucede con las salsas: difícil elegir entre especialidades con carnes, frutos de mar, vegetales, frutas y otros ingredientes aún más insólitos. Es recomendable dejar un lugarcito para los postres caseros: Tiramisú, Flan, Budín de pan.