Después de sus exitosos libros sobre parrillas, pizzerías y bodegones porteños, pulperías bonaerenses y restaurantes de las colectividades, el crítico enogastronómico Pietro Sorba nos ilustra ahora sobre qué se está cocinando en la cocina argentina. A diferencia de toda su obra anterior, este genovés anclado por amor desde hace dos décadas en Buenos Aires se acerca en su nuevo opus a las hornallas de una nueva generación de autores que, en términos generales, parecen estar seducidos, como nunca antes, por los productos regionales y las carnes menos convencionales. En Nueva cocina argentina (Editorial Planeta), Sorba convoca a 31 cocineros, casi todos desconocidos para el gran público de la gastronomía por TV, para que cada uno elabore y explique el paso a paso de un menú completo –aperitivo, postre y a veces hasta maridaje incluidos- que, entre todos, suman 224 recetas. Con un diseño exquisito y fotografías de alta calidad (confirmando aquello de que la comida entra por los ojos), el libro es un manjar aun antes de sumergirse en su contenido. Una vez allí, pareciera mucho más sencillo tratar de llevar a cabo esos platos –algunos de extrema sencillez, otros sofisticados hasta el extremo- tal como los concibieron sus creadores, que ponerse a imaginar qué de nuevo podemos cocinar para la cena. Para quienes se preguntan desde siempre si realmente existe una cocina argentina, quizás en este libro empiece a ensayarse una respuesta.