Diez ideas gourmet para salir de picnic
Lo más importante de estar al aire libre es justamente eso: el contacto con lo natural, alejarse aunque sea por un rato de la rutina y del encierro, eventualmente conocer un destino nuevo o poco frecuentado, aunque quede cerca. Pasar el día. Para cuando llegue el momento del apetito, que tarde o temprano llegará, hay varias opciones: se puede improvisar, es decir, ver qué hay para comprar en la zona según la oferta y el presupuesto del que se disponga; recurrir a los menúes tradicionales previamente pensados (sándwiches clásicos, empanadas, tartas), o bien planificar un picnic gourmet, con algún toque de sofisticación pero sin que por ello se invierta demasiado tiempo ni se agoten todas las reservas monetarias.
La idea es que no sea menú que requiera de una gran infraestructura, aunque algo de organización y medios hay que aportar: una conservadora con sus correspondientes bloques refrigerantes, una mínima vajilla irrompible, un mantel (o lona), servilletas de papel o rollo de cocina, algunas bolsas plásticas de cierre hermético y poco más. Con esta disposición se puede encarar un apacible día de picnic, que tendrá el valor agregado de, llegado el momento del apetito, satisfacerse con algo de lo que habitualmente no consumimos.
Aquí, diez ideas:
Bagels de salmón ahumado
Un clásico de la finger food neoyorquina, hoy facilitada porque la oferta de bagels (esa especie de pebetes con un agujero en el centro), es cada vez mayor. Si no, esta es la receta: para una docena de bagels, amasar 500 g de harina 000 con 7 g de levadura seca o 15 g de levadura fresca, 80 g de azúcar, 1 cucharadita de sal, 1 huevo, 50 cc de aceite de girasol y 200 cc de leche tibia. Dejar leudar la masa 45 minutos, tapada y en lugar seco y templado. Dividir la masa en 12 bollos y dejar leudar nuevamente. Estirar hasta darle forma circular, con un agujero en el centro. Sumergir los bagels en abundante agua hirviendo con una cucharadita de bicarbonato de sodio. Cuando suben, retirar y escurrir bien. Colocar en una placa aceitada, pintar con huevo y rociar con semillas de sésamo o amapola. Hornear a 180° por 10/15 minutos o hasta que estén ligeramente dorados. Rellenar con queso crema, salmón ahumado, pepinos agridulces y eneldo. También se les puede poner cebolla morada cruda y alcaparras. O cualquier otra combinación.
Wraps de pollo
Estos rollos de tortillas de trigo inspirados en la cocina mexicana son fáciles de hacer y muy versátiles. Se pueden usar las industriales o bien utilizar la siguiente receta: para una docena de tortillas se necesitan 500 g de harina de trigo 000, 200 cc de agua caliente, 40 cc de aceite de oliva y 10 g de sal. Mezclar todos los ingredientes y amasar hasta que quede una masa lisa y blanda. Separar en bollos y estirar con palote en forma circular hasta que las piezas queden de un milímetro de espesor. Cocinar de ambos lados en una plancha lisa bien caliente y limpia. Rellenar con hojas enteras de lechuga o espinaca bien limpias y secas, fetas delgadas de pechuga de pollo grillada y fría untadas con una mezcla de mayonesa y mostaza o queso crema, y con otros ingredientes a elección (aceitunas, pickles, pepinos, queso, huevo duro, zanahoria rallada, etc.). Cerrar y apretar bien los wraps para que el relleno no se escape.
Pan pita con hummus
También conocido como pan árabe, es el más tradicional de la gastronomía de Medio Oriente y el norte de África. Es muy fácil de conseguir pero también se puede hacer en casa: para 12 panes, mezclar 500 g de harina 000, 7 g de levadura seca, 20 cc de aceite de oliva, 10 g sal y 250 cc de agua tibia. Estirarla sobre una mesada enharinada hasta que quede bien lisa y delgada. Taparla y dejarla levar hasta que duplique su volumen. Quitarle el aire y dividirla en 12 bollos. Dejarlos reposar unos 10 minutos. Luego, estirar en forma circular hasta que queden de unos 5 mm de alto. Hornearlos a fuego fuerte durante 10 minutos en una placa levemente aceitada. Una vez cocinados, conservar entre dos paños para que no pierdan la humedad y no se endurezcan. Acompañar o rellenar con hummus, que puede comprarse ya hecho o bien hacerlo en casa: procesar una lata de garbanzos, el jugo de 1 limón grande, 1 diente de ajo, 1 cucharadita de sal, 2 cucharadas de aceite de aceite de oliva, perejil fresco y 3 cucharadas de tahini (pasta de semillas de sésamo, opcional). Agregar unas ramitas de perejil, aceite de oliva y un toque de pimienta de Cayena para hacerlo un poco más picante.
Rollitos de jamón crudo y espárragos
Grillar la parte más tierna de los espárragos, salpimentar y dejar enfriar. Envolver con fetas delgadas de jamón crudo (puede ser jamón cocido, lomito ahumado o pastrón). También se pueden sumar otros ingredientes como queso en fetas o láminas de otros vegetales grillados (zanahoria, zucchini, morrón, etc.).
Bruschettas caprese
Tostar al horno rodajas de pan, retirar y untar con aceite de oliva y ajo. Colocar por encima rodajas de bocconcini de mozzarella, hojas de albahaca y tomates cherry cortados al medio. A último momento agregar un hilo de aceite de oliva y granos de sal entrefina.
Guacamole con nachos
Para acompañar con unos nachos (o unas papas fritas de paquete o unas tostaditas), pisar la pulpa de 2 paltas grandes o 4 chicas, agregar 1 cebolla roja picada fina, el jugo de 1 limón, sal y un poco de cilantro picado. Para hacerlo un poco más picante, agregar un ají jalapeño. Para que sea bien picante, un chile picado finito. Se le puede agregar tomate cortado en brunoise. Conservar con jugo de limón y papel film por encima (que esté en contacto con el guacamole) para que no se oxide y oscurezca, aunque en cualquier caso es perfectamente comestible.
Sándwiches de leverwurst con pepinos agridulces
Para este superclásico de la gastronomía alemana, untar rebanadas de pan de centeno con una ligera capa de mostaza suave y rellenar con rodajas de leverwurst (preferentemente el que viene envuelto en tripa, que es el más natural) y de pepinos agridulces, que se pueden comprar o hacer en casa con esta sencilla receta: disolver en una ollita 100 g de azúcar en 150 cc de vinagre blanco o de manzana y luego cocinar por no más de 2 minutos muy delgadas rodajas de pepino fresco. Colocar todo en frasco de vidrio junto con unos granos de mostaza (opcional) y reservar en la heladera durante un par de días antes de consumir.
Brochetas de queso Brie con zapallo en almíbar
Versión gourmet del tradicional postre vigilante, se hace simplemente alternando trozos de queso Brie con cubos de zapallo en almíbar. Por supuesto, se pueden usar otros quesos (duros, semiduros o blandos) y otros dulces, pero siempre en formato sólido (guayaba, leche, batata, membrillo).
Pinchos de frutas de estación
Un modo más sencillo y organizado de comer las ricas frutas del verano: melón, sandía, ananá, durazno, pera, etc. Se pueden llevar al picnic previamente cortadas en cubos y conservadas en frío en bolsas herméticas con cierre, y armar los pinchos en el lugar.
Brownies con Mascarpone y frutos rojos
Para los más golosos, el postre, que se puede hacer con brownies comprados hechos, con los que vienen en polvo para preparar o ensayando esta sencilla receta: para un molde de 23 x 23 centímetros, y mientras se calienta el horno, derretir 125 g de manteca y agregar 3 cucharadas de cacao en polvo sin azúcar, 1 taza de azúcar, 1 cucharadita de vainilla, 2 huevos (de a uno), 1 taza de harina 0000 y 1 cucharadita de polvo de hornear. Mezclar hasta que queden todos los ingredientes bien incorporados y verter la mezcla en el molde previamente enmantecado y enharinado. Hornear durante 20/25 minutos. Dejar enfriar antes de desmoldar y cortar en 16 cuadrados grandes o 20 rectángulos más pequeños. Colocar por encima una mezcla de queso Mascarpone con frutos rojos frescos (arándanos, frambuesas, frutillas, moras) o bien helado de ese mismo sabor o del que se desee.