Nacido  en el Reino Unido en 1968, el escritor y crítico inglés Mark Fisher es un intelectual que despierta cada día mayor interés en su país. Este libro, publicado en 2009, y recién traducido ahora a nuestro idioma, causó muy buena impresión en los círculos culturales de su país, que cada día siguen con más atención los trabajos del autor. En este trabajo, Fisher retoma la expresión “realismo capitalista”, ya usada por un grupo de artistas alemanes (Richter, Polker y otros), y la pone al servicio de la descripción del sistema económico, financiero, social y cultural que impera en la mayor parte de la sociedad contemporánea, a la vez que analiza los rasgos y mecanismos mediante los cuales la ideología de ese fenómeno global intenta perpetuarse. Fisher elige el concepto “realismo capitalista” porque considera que el par posmodernidad/posmodernismo, por sus múltiples y contradictorios significados, así como el término neoliberalismo, son ambos insuficientes para categorizar un fenómeno como el que vive hoy la sociedad global.

    El subtítulo de la obra alude a un famoso eslogan de Margaret Thatcher, según el cual la sociedad no tenía en su tiempo otra alternativa que aplicar el sistema neoliberal de desregulación del mercado si es que se quería transformarse en un país moderno. La aplicación del neoliberalismo, desde aquella época, ha ocasionado en todos los países que se tomaron como playa de ensayo de ese modelo consecuencias nefastas, a pesar de lo cual las grandes potencias –que se benefician con él- siguen tratando de que sus fórmulas se sigan aplicando en nuevos lugares y aun en naciones donde fracasó, como en la Argentina. De particular interés es en el libro el análisis sobre los efectos sobre la subjetividad que provoca este tipo de sociedad, a través de estrategias que operan en distintos frentes simultáneos. Al respecto, en el capítulo 3 Fisher dice: “A mi entender, el realismo capitalista no puede limitarse al arte o al modo propagandístico en el que funciona la publicidad. Es algo más parecido a una atmósfera general que condiciona no solo la producción de cultural, sino también la regulación del trabajo y la educación, y que actúa como una barrera invisible que impide el pensamiento y la acción genuinos.”

     El escritor Slavoj Zizek, uno de los autores que ha incursionado más en la naturaleza del actual capitalismo, afirma sobre el libro de Fisher: “A través de ejemplos de la vida cotidiana y la cultura popular, nos entrega un despiadado retrato de nuestra miseria ideológica”. Y nos convoca, como pocos otros libros, a realizar un paciente trabajo de meditación política y teórica para hacer posible la transformación de un sistema que hoy por hoy parece en muchos aspectos invulnerable.