Misterios y virtudes de la tecnología. Juan Pablo Compaired nunca dibujó de manera constante ni decidió dedicarse profesionalmente a esa disciplina. Tenía un motivo para no hacerlo que, quienes hayan tenido un padre artista importante, sabrán comprender: es hijo de Kalondi (Héctor Compaired), un gran dibujante y humorista, además de arquitecto y diseñador. La sombra poderosa de su padre lo llevó a tomar un camino opuesto para diferenciarse de él: se dedicó a la música. Pero, como suele ocurrir en estos casos, el mundo del dibujo no le era ajeno. Siempre le gustó hacer garabatos en clase o en el estudio y nunca le faltaron entre las cosas que lleva a diario un bolígrafo o un papelito donde hacer algún monigote. Según ha confesado también, en las cartas que le escribía a su padre siempre había un dibujo suyo, que era respondido con otro por el progenitor. Así se decían cosas que no se permitían expresar por escrito.

    Pero ocurrió tiempo después que los hijos de Juan Pablo instalaron en su Tablet una aplicación de dibujo que le permitía dibujar con el dedo. Y así decidió que solo participaría en las redes con algún dibujo que podía hacer en la Tablet y publicarlo inmediatamente. Y poco a poco los dibujos comenzaron a adquirir repercusión y mucha gente comenzó a alentar a Juan Pablo a que dibujara con regularidad. Y así comenzó a hacerlo. La prueba más contundente de esto que decimos es el excelente libro que aquí recomendamos: ¿Quién es JPC?, un conjunto de viñetas que trasuntan un humor finísimo, de mucho vuelo. El libro recopila lo mejor de su primera generación de trabajos, hechos para el público que está frente a la pantalla todo el día y donde, con una ternura que jamás es tonta, sino profunda y basada en un extraordinario sentido de la observación, le toma el pelo a distintos aspectos de la música, la tecnología, la vida o la política. Compaired, un humorista de la nueva generación cuya inteligencia hacía falta para continuar la fuerte y rica tradición argentina en la materia.