Milena
Milena Jesenská (1896-1944) ha pasado al conocimiento de muchos lectores del mundo como la amante de Franz Kafka y destinataria de una célebre correspondencia amorosa con ese autor que se conoce como Cartas a Milena. Sin embargo, esa mujer fue bastante más que la inspiradora de una prosa inflamada de sentimientos del escritor checo, como luego lo probarían también distintos testimonios sobre su vida. Uno de ellos es este libro de Margaret Buber-Neumann (1901-1989), una resistente alemana que conoció a Milena en los campos de concentración de Ravensbrück. En ese lugar forjaron una intensa amistad que concluyó con la muerte de Milena, un 17 de mayo luego de una enfermedad que duró varios meses y una agonía más breve. Poco antes de morir Milena, ambas amigas se habían comprometido, si se salvaban, a escribir un libro sobre ese campo de concentración. En los umbrales de su deceso, Milena supo que no podrían llevar a cabo esa tarea, pero le dijo a Margaret: “Sé que al menos tú no me olvidarás, que podré seguir viviendo en ti. Tú le dirás a los demás quien fui, serás mi juez clemente.” Este volumen que publica Tusquets, ya publicado en vida de la autora y reeditado ahora, es una biografía sobre la vida y la trayectoria política y social de Milena Jesenská, al mismo tiempo que un testimonio desgarrador de lo que fue la experiencia de los campos de concentración para esas dos mujeres y para millones de otras personas. De modo que no falta la descripción de los engranajes sobre los que se montó el horror hitlerista: el desprecio por la existencia de los prisioneros, los hornos crematorios y las cámaras de gases, los trabajos agotadores y los castigos físicos, el infierno mismo. Pero habla también del itinerario vital de Milena, su persistente lucha en pos de la justicia. “Milena Jesenská merece atención no solo como amante de Franz Kafka –dice en una de las páginas del libro su autora-, sino porque ella misma era una personalidad fascinante, alguien que en su juventud no hizo caso de los convencionalismos burgueses y que a lo largo de su dura vida, en vez de optar por el individualismo extremo, se decantó por la responsabilidad social y política.” Este trabajo es un crudo y conmovedor registro de lo que fue esa existencia. Vale la pena leerlo.