Compositor, pianista, teórico, Juan Carlos Paz (1897-1972), fue sin duda una de las personalidades más prominentes del mundo musical argentino e hispanoparlante durante el siglo XX. Este es un hecho admitido tanto en el mundo académico como en el de los especialistas dedicados a la crítica y que se prueba también por los regulares homenajes y evocaciones de su trabajo en distintos aniversarios de su muerte. Paz fue, por otra parte, exponente de una capacidad intelectual múltiple que excede la mera composición musical para internarse en distintas expresiones del pensamiento contemporáneo y en una intervención provocativa e iconoclasta en los debates de la estética de su siglo. Una intervención concretada en la difusión de la producción de autores vanguardistas, de una actuación intensiva como pianista, de la organización de conciertos, de la realización de conferencias o la escritura de artículos en revistas o de trabajos musicógraficos y musicológicos de envergadura.
Este libro analiza las diversas soluciones de lenguaje adoptados por el compositor, desde su comienzo como admirador declarado de la música del compositor belga César Franck hasta el período de las aperturas formales de los últimos años. O sea que este itinerario abarca su intensa etapa neoclásica y objetiva, su prolongada incursión por el universo del dodecafonismo –que lo lleva hasta el serialismo generalizado- y su contribución a un género que le dio muchas satisfacciones: el de la música para cine, que, como dijo Leopoldo Torre Nilsson, ejerció con una autonomía capaz de trascender la funcionalidad del género. Es por medio de esa asociación entre la creación musical y la reflexión teórica que Paz se inscribe dentro de la cultura general argentina como una personalidad artística de contornos únicos.
Aunque no desdeña algunos apuntes biográficos, este volumen es en lo fundamental un recorrido exhaustivo por la obra musical de Juan Carlos Paz apoyado en el análisis de fragmentos de sus partituras. Eso crea la sensación, por momentos, de un excesivo abordaje técnico, pero no es así. Con prescindencia de esas anotaciones, la mayor parte del texto es absolutamente asequible y disfrutable también por personas que no sean especialistas en música, aunque sí, es obvio, los lectores deben tener curiosidad por ese arte.

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