Libros recomendados: La anomalía kirchnerista de Ricardo Forster
Más allá de su aspecto voluminoso, algo sobrecogedor, La anomalía kirchnerista, el último libro de Ricardo Forster y continuación de algún modo de las reflexiones iniciadas en otros trabajos como La anomalía argentina o El litigio por la democracia, se lee con entera facilidad, producto de una prosa que, sin renunciar a un vocabulario de mucha riqueza o a la conceptualidad profunda, logra que el tránsito sea siempre llevadero y provechoso. Hay una frase de Walter Benjamín, y que el autor cita en el comienzo de la tercera parte del libro, que podría iluminar todo el tomo de La anomalía kirchnerista: “La historia que mostraba las cosas ‘como propiamente han sido’ fue el más potente narcótico del siglo”. Traduciéndola a nuestra actividad, podría glosársela diciendo que todo lo que la historia oficial nos presentaba como destino agotado de las luchas por la emancipación antes del 2003 en la Argentina había operado como una suerte de opio de nuestro pueblo, estado de confusión del que se empezó a salir a partir de la ruptura o -como señalará Forster- la anomalía kirchnerista. Al calor de ese giro histórico, vastos sectores de la sociedad fue saliendo de a poco de su anterior incredulidad para transformarse en argamasa viva de las nuevas transformaciones. Un novedoso imaginario social y cultural, la recuperación de las mejores tradiciones de lucha antes denigradas y la construcción de otros lenguajes lograron conmover a las viejas estructuras y plantear la posibilidad de seguir avanzando en un proyecto de cambio indispensable.
El origen de este fenómeno, sus protagonistas, sus logros y materias pendientes, la inserción de esta etapa en un contexto latinoamericano también progresista y muchísimos otros temas son abordados acá por Forster en distintos artículos –y alguna entrevista- que tratan de reflexionar, un poco a mitad de camino entre el ensayo filosófico-político y la columna periodística ardorosa, sobre los interrogantes y las querellas que día a día siembran los hechos de la realidad. En ese recorrido, este filósofo e investigador de la historia de las ideas, no solo analiza el contexto argentino sino que dialoga también con otros autores, Nicolás Casullo (su amigo entrañable), Laclau, Viñas, Rozitchner y otros para subrayar qué aportes hicieron en el diagnóstico de una realidad que se presentaba reacia al cambio, pero que no había podido silenciar todas las voces. Por todas estas razones y otras que el lector encontrará en la lectura del libro, su lectura es aconsejable abordaje.