Desde revelaciones hechas por Edward Snowden, aunque también las de Julian Assange, el mundo tiene plena conciencia de que nadie está a salvo de la red global de espionaje. Las sociedades de esta época han entrado en una época completamente nueva donde nuestras vidas privadas están siendo amenazadas por la vigilancia de masas a las que nos someten los distintos dispositivos tecnológicos cotidianos (smartphones, tabletas, computadoras) que, además de servir para fines comunicativos o recreativos, permiten que los ojos del control mundial se meta en los intersticios de nuestra intimidad y sepan de nosotros mucho más de lo que suponemos. Internet ha revolucionado el campo de la información propiciando esa invasión progresiva y hoy omnipresente sobre los ciudadanos del planeta. Y no solo eso, día a día se perfeccionan las tecnologías para el rastreo de nuestras huellas y movimientos. Pero no siempre  somos conscientes de esa circunstancia, con frecuencia desconocemos que estamos siendo observados, espiados, vigilados, controlados y fichados, no solo para que las empresas comerciales y las agencias publicitarias conozcan más de nuestros perfiles y nos ofrezcan productos que anhelamos, también nos fisgonean para saber si somos o no potencialmente peligrosos. Sin embargo, el problema no es la vigilancia. Toda sociedad democrática tiene sistemas de vigilancia para protegerse, dentro de la ley, de los peligros del terrorismo o de otras amenazas. El problema es la vigilancia clandestina masiva, aquella que se desarrolla al margen de las normativas jurídicas y tomando como pretexto el terrorismo. En un libro presidido por la claridad expositiva, siempre tan cuidada en sus trabajos, el prestigioso periodista Ignacio Ramonet muestra los múltiples brazos de esa vigilancia, de ese Big Brother cuyos tentáculos no han dejado espacio de la tierra sin rastrear e inspeccionar. Desde la actual profusión de software espías o la antigua red Echelon  (sistema mundial de interceptación de comunicaciones públicas y privadas que funcionó durante cuarenta años sin conocimiento de la gente) hasta el lanzamiento del programa PRISM (espionaje de las llamadas telefónicas entradas o salidas de Estados Unidos) o los insectos voladores robotizados (o “dronizados”, Ramonet realiza un exhaustivo rastrillaje de muchos de los mecanismos a través de los cuales se nos espía o vigila. Y demuestra la obvia complicidad de las grandes potencias en el uso de estos mecanismos. Un libro fundamental para enterarse de esta realidad de nuestro tiempo y para tomar conciencia de la necesidad de iniciar un camino que nos ayude a resistir esta invasión en nuestras vidas, como propone el conocido periodista.