La libertad no es un Milagro
Hay dos personajes centrales en este extraordinario libro de Horacio Verbitsky, sin duda el mejor periodista de investigación de la Argentina. Uno es Milagro Sala, víctima de una revancha machista, clasista y racista del poder económico y político en la provincia de Jujuy y la primera presa política que produjo la Alianza Cambiemos, hoy al frente del gobierno nacional en la República Argentina. La primera, aunque no la única en la actualidad. Hay también otros presos políticos. El otro personaje, es el nefasto gobernador de la provincia norteña, el contador radical Gerardo Morales, aliado del presidente Mauricio Macri. Él fue el que organizó y ejecutó en persona este operativo escarmiento contra la líder de la Túpac Amaru, no solo por venganza personal, también con la finalidad de amedrentar a quienes, en alguna otra oportunidad, intenten realizar o continuar una obra como la que hizo Milagro. Para lograrlo apeló a la violación de distintos derechos y garantías constitucionales y coaccionó a infinidad de jueces.
Un tercer personaje, sin embargo en un lugar menos visible pero no menos influyente, es el empresario Carlos Blaquier, titular del ingenio Ledesma. “Esos son los tres protagonistas de estas historia, y esa la clave de lo que se discute –dice Verbitsky-. Con el bipartidismo peronista-radical, Carlos Pedro Blaquier y el ingenio fueron el poder real en la provincia, que controló el Estado a través de esos gobernantes, hasta que la Túpac Amaru expresó el descontento popular con el sistema político y logró organizarlo como no se dio en ningún otro lugar del país. Por eso fue carne de escarmiento.” Sobre los tres personajes y sus entornos profundiza la investigación el periodista de Página 12. Dedica gran parte del libro a la vida y obra de la Túpac Amaru, de sus luchas y el enorme trabajo de inversión social que realizó entre los pobladores pobres y vulnerables de la provincia. Sobre Blaquier hace revelaciones que sorprenderán al lector y acerca de Morales detalla aspectos de su trayectoria –además de publicar un insólito reportaje que le hizo poco antes de descender del avión en el que viajaron juntos una tarde cuando Verbitsky fue a Jujuy para visitar a Milagro Sala en el penal de Alto Comedero- y expone las prebendas y negocios de él y su familia y la edificación de un sistema judicial sometido a su férula. También le destina varias páginas a detalles sabrosos del juicio oral que condenó a prisión a Milagro, descubriendo la maraña de inconsistencias jurídicas en que se basó la acusación.
La reciente decisión de la Cámara de Apelaciones de Jujuy de revocar la prisión domiciliaria de Milagro Sala y devolverla al penal de Alto Comedero, donde la Comisión Interamericana de Derechos Humanos dictaminó que corría peligro su vida y su integridad física, demuestra en estos días que el pacto de Morales con la “Justicia” jujeña prosigue y que el gobernador no ha declinado de su propósito de seguir tratando de perjudicar como sea a la líder de Túpac Amaru. Dada la actualidad del asunto se vuelve doblemente oportuno acudir al esclarecedor libro de Verbitsky como una de las formas posibles de tener la mayor y mejor información disponibles sobre este caso.