Intimidad
De origen paquistaní, por sus padres, pero nacido, crecido y radicado desde siempre en Inglaterra, Hanif Kureishi es hoy uno de los autores más conocidos de la literatura británica contemporánea que reúne una constelación importante de buenas plumas. Intimidad es la tercera entrega de una colección que cada quince días vende Página 12 con acuerdo de la editorial Anagrama, que tiene los derechos y autoriza la publicación. Las dos primeras ediciones fueron El libro de Raquel, de Martin Amis, y Chesil Beach, del excelente Ian McEwan. La colección incluye varios títulos de creadores de ese país, en general novelas breves, y que se distinguen por una calidad fuera de toda discusión.
La novela de Kureishi desarrolla la peripecia de un hombre, Jay, que es escritor y guionista cinematográfico que, a los cuarenta años y después de seis años de un matrimonio con dos hijos pequeños, decide abandonar a la mujer, Susan, e irse a vivir con su amigo Víctor, que se ha divorciado hace ya ocho años y es un desdichado sin remedio. A Jay, la vida con su esposa, editora ambiciosa e inteligente, le resulta cada vez más insoportable. El relato comienza cuando Jay anuncia al lector –no a su cónyuge, a la que parece le avisará varios días después- que esa noche ha tomado la decisión de dejar furtivamente su domicilio a la mañana siguiente y trasladarse a lo de su amigo sólo con una maleta y algunas ropas.
El resto de la novela es una larga reflexión sobre las casi insalvables dificultades de la vida en pareja, la extinción de la pasión y las alternativas que plantea dejar a una persona, y a sus hijos, para iniciar una existencia que ya no será nunca igual a la anterior. El libro de Kureishi es una crónica valiente, clara, que mete el cuchillo bien adentro, sin dejar de aceptar nunca lo complicado que es moverse dentro de una situación así y la casi imposibilidad de atravesarla sin dañar a alguien. Pero, el libro tiene también un contexto social y político, habla de una generación de gente desencantada, que luchó contra el thatcherismo, pero finalmente perdió sus ideales originales y derrapó en un individualismo feroz que solo cree importante ocuparse de uno mismo. Algo de lo que nos sigue sucediendo hoy, pero que empezó ya hace algunas décadas. Una novela que vale la pena leer, porque hace pensar.