Extraños llamando a la puerta de Zygmunt Bauman

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Uno de los libros recomendados de este mes es Extraños llamando a la puerta de Zygmunt Bauman, editado por Paidós.

      El último libro publicado del conocido y lúcido sociólogo y pensador polaco fallecido hace pocas semanas, es un breve pero extraordinario llamado a la reflexión a la humanidad sobre uno de los dramas más quemantes de la actualidad: el de las migraciones masivas. Y es, en ese sentido, si ya no lo fuera toda su obra, un verdadero testamento a favor de la existencia de sociedades más humanas y tolerantes en el mundo, más justas y solidarias. En el primer capítulo del libro, que contiene seis, Bauman afirma que las migraciones masivas no tienen nada de novedoso como fenómeno y que han acompañado con regularidad al mundo desde el principio mismo de la modernidad, y aún antes, si bien modificándose continuamente según las zonas que aparece como núcleo de partida o generación de ellas. Sin embargo, a las causas que acompañaron en otros tiempos a ese fenómeno (pobreza, guerras, conflictos sociales y políticos, desempleo por efecto de la tecnologización de la economía y varias otras), se le añaden en la actual situación las consecuencias de la dura y profunda desestabilización de la región de Oriente Próximo y Medio, generadas por las frustradas políticas y crueles aventuras militares de las potencias militares en la zona.

    Esto ha provocado, según Bauman, un doble efecto: por un lado la llegada a las naciones “desarrolladas” del planeta de miles y miles de migrantes económicos y refugiados –mano de obra barata que los empresarios europeos codician para aumentar sus ganancias-, pero, por otro lado, el aumento de la desconfianza y la tirria hacia esos emigrados por parte de las poblaciones de las naciones receptoras que, ya castigadas con la precariedad e inestabilidad laboral en su suelo, creen que esas masas extranjeras son causantes de su mal. Creencia que las derechas políticas incentivan para ganar poder y que han provocado un fuerte desarrollo de la xenofobia y el racismo entre grupos de población europea que se vuelcan hacia posiciones cada vez más reaccionarias. Frente a este conflicto, los gobernantes y candidatos a serlo oscilan entre esos dos objetivos mutualmente incompatibles: satisfacer a sus amos (los poseedores del capital) y aplacar los temores del electorado.

     La agudización de este problema, que Bauman expone con cantidad de ejemplos políticos y sociales de Europa y Estados Unidos y con citas también de distintos autores que desde hace tiempo venían advirtiendo lo que podía pasar, entre ellos el preclaro historiador inglés Eric Hobsbawn, a quien homenajea, forma parte importante del resto del libro, escrito con una asombrosa claridad. En uno de los capítulos del libro, y describiendo la extendida indiferencia que percibe en la humanidad respecto del fenómeno, Bauman cita también al Papa Francisco, quien ya alertaba en 2013 con el riesgo que corría la sociedad contemporánea al emular el gesto de Poncio Pilatos de lavarse las manos ante la consecuencias de este trágico tema del que todos somos, simultáneamente y en mayor o menor medida, víctimas y culpables. Como parte de los que estuvieron siempre del lado de quienes se han sensibilizado con el dolor humano, Zygmunt Bauman nos dejó como último recordatorio este bello y profundo libro, que corona su trayectoria como una última y admirable joya.