Sergio Olguín, el prologuista de esta edición de los cuentos completos de Horacio Quiroga, afirma que conoció las historias del gran escritor uruguayo –tempranamente adoptado por la literatura argentina- antes de leerlas. Se las contaba su hermana poco antes de ir a dormir, pero no recuerda de eso haber tenido ninguna pesadilla luego de la experiencia. Mucha gente vivió una situación similar. Llegó al conocimiento de la existencia de cuentos como los de “La gallina degollada” o “El almohadón de plumas”, por citar dos de los más escalofriantes de ese libro que fue Cuentos de amor, de locura y de muerte, a través de relatos de amigos, familiares, en la escuela o por el acceso a través de alguna serie televisiva (fue muy lograda la que realizó aquel excelente director que fue Eduardo Mignogna). Olguín dice que un tiempo después de ese conocimiento proporcionado por su hermana, arribó por sus propios medios a la lectura de Quiroga, pero que más que los cuentos de terror lo sedujeron los de amor. Quienes no hayan cumplido ese ciclo completo, tener referencias previas de los trabajos del escritor de Salto y no haber aterrizado luego en la lectura de sus libros, esta compilación de sus cuentos completos le otorga una oportunidad única de relacionarse con uno de los grandes narradores de la literatura nacional. Los que lo han leído y lo admiran tienen la oportunidad de tener en su biblioteca, por fin, todos sus cuentos, en una edición cuidada y que recoge la lista total que incluían sus primeras ediciones. El volumen comienza con Los arrecifes de coral, que incluye cincuenta y dos textos, entre poesías, poemas en prosa y cuentos dedicados a Leopoldo Lugones. A continuación vienen El crimen del otro, Los perseguidos, Cuentos de amor, locura y muerte, Cuentos de la selva para los niños, El salvaje, Anaconda, El desierto, Los desterrados y los demás. Olguín sugiere una muy buena idea: que un realizador pudiera hacer una versión libre, distópica, que tome las historias más inquietantes de este autor y las envuelva con un halo de mundo futurista y cercano a la vez, un equivalente nacional de Black Mirror de la televisión británica. Si esa propuesta no cuaja, el lector tiene, de todas maneras, la posibilidad de acercarse a esa idea leyendo estos cuentos completos y saborear ese mundo en las páginas de este libro.