Los más memoriosos seguro que todavía lo atesoran en como un recuerdo lleno de emoción. Los más jóvenes, quizás  lo desconozcan. Este capítulo de Fuimos Héroes es una buena oportunidad para rescatarlo del impiadoso paso del tiempo.
Hubo una vez en el que el automovilismo argentino, le dio una verdadera paliza a las marcas líderes del mundo. Sí, así de prepotente, así de bravo, así de contundente.
No fue en la siempre exigente Formula 1, aunque era nuestro máximo referente, Juan Manuel Fangio, el que dirigía la escuadra nacional. No tuvimos que implorarle a ningún manager de escuderías foráneas porque hasta el último tornillo de nuestros autos eran de la industria nacional. Y tampoco fue en un intrincado tramo de montaña que sólo conocen los lugareños sino que fue en las mismísimas narices de los más poderosos, en el legendario circuito de Nurburgringg en tierras germanas.
Corría el año 1969 y la Argentina de ese entonces, poco tenía para festejar.  Sin embargo, con un trabajo amasado con mucha perseverancia, se formó un verdadero dream team argentino para disputar la máxima competencia planetaria a nivel tuerca: las 84 horas de Nurburgringg.
De la mano de Juan Manuel Fangio al frente del equipo de pilotos y de Orestes Berta en el corazón de la mecánica, los inolvidables toros de la Pampa, los entrañables Torinos, se embarcaron rumbo al desafío más importante de la Historia: demostrarle al mundo entero que la marca argentino era sinónimo de solvencia y solidez.
Recordemos juntos entonces aquella verdadera proeza del deporte argentino que la envidia y la desesperación de los poderosos, quisieron empañar. Las 84 horas de Nurburgringg, una épica made in Argentina.  Arbitrariedades reglamentarias lo ubicaron el cuarto lugar junto a Porche, BMW y otras, pero quienes estuvieron allí, certifican que fueron los verdaderos ganadores de esa competencia.

En el vídeo que acompaña esta nota se puede ver las imágenes de la hazaña.