Se suele decir que el equipo que sale campeón es el mejor. Claro que esta regla  muy pocas veces se ha cumplido de una manera irrevocable. Justamente, en un solo caso en la historia del fútbol argentino, se puede afirmarla sin que aparezcan ningún tipo de cuestionamientos.

Es el caso del Huracán del 73, cuando el Globo de Parque Patricios, pido reunir bajo la batuta de César Luis Menotti, a un combinado de excelentes jugadores que le dieron forma a un equipo atildado, de buen pie y que ofreció la versión más acabada de un proyecto netamente ofensivo.

Basile, Carrascosa, Avallay, Brindisi, Babington,  Houseman, son sólo algunos de los apellidos que nutrieron la mejor versión de la historia quemera. Vaya este merecido homenaje al campeón que mejor jugaba.  

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