Se suele afirmar que en los deportes de alta competición, siempre la jerarquía y el profesionalismo son una valla infranqueable para los más humildes. Pero claro, las sentencias eternas, siempre abrigan excepciones.

La Emilia, un pequeño pueblo ubicado en el norte de la provincia de Buenos Aires y perteneciente al partido de San Nicolás - con un desarrollo cobijado bajo una fábrica textil que funcionó desde el año 1892 hasta el año 1985 -  fue fiel testigo de esta suerte de caprichos de la Historia.

La hazaña deportiva a la que hacemos referencia tiene que ver con el básquet profesional. En los años 1976 y 1977, La Emilia, representando al seleccionado de San Nicolás, derrotó a la selección de Bahía Blanca y se coronó campeón provincial de básquet. En el año 76 en la ciudad de Chivilcoy y en el ‘77 en la ciudad de Pergamino, en forma consecutiva.  Ya en ese momento, Bahía Blanca era la cuna del básquet argentino y sus figuras, integraban la selección argentina y eran considerados los mejores jugadores de este deporte.

El heroísmo envolvió a un puñado de muchachos de pueblo, que bajo la batuta de un técnico nicoleño – Ricardo Pacú Gorrasi, declarado ciudadano ilustre por el Consejo Deliberante de San Nicolás – derrotaron al “Goliat” del básquet argentino.

Cómo llegaron a enfrentarse, cómo se prepararon, cómo lo vivenciaron los protagonistas y la “revolución” que generaron los triunfos coronan esta historia afincada en clave pueblerina.

Cómo si esto fuera poco, un dato de color engalana la leyenda: el suegro de Emanuel Ginóbilli – Luis Oroño – era jugador de La Emilia en esta hazaña que retratamos.

Treinta y cuatro años después, los destellos de aquella proeza todavía embriagan de orgullo a los emilianos.

En el vídeo que acompaña esta nota se podrán ver imágenes de esta historia.