1969 fue el año en el que el fútbol sudamericano vivenció un verdadero terremoto. La selección peruana tocó el cielo con las manos y sacó pasaporte para el Mundial con un valioso empate 2 a 2 frente a la Argentina, que lo depositó en  México 1970.

De la mano de una columna vertebral de lujo, integrada por eximios jugadores cómo Chumpitaz, Baylón, Cubillas y la estrella de aquella jornada, Oswaldo Cachito Ramirez – autor de los goles peruanos – el empate obtenido por la selección Inca, convirtió en una heladera la mismísima Bombonera dónde se disputó el partido.

Fue el 31 de agosto más frío de la historia del fútbol argentino y paradojas de este maravilloso deporte, esta misma fecha está marcada cómo una de las jornadas más gloriosas en el almanaque de nuestros hermanos peruanos.

Compartimos un merecido reconocimiento a esos verdaderos héroes del fútbol incaico.