Antes de consagrarse como boxeador, Sergio Maravilla Martínez estuvo a punto de dedicarse al fútbol. Fue la tradición de su familia y la insistencia de su tío lo que motivó al oriundo de Avellaneda a subirse al ring a sus 20 años. Criado en Quilmes, Maravilla se formó como profesional en España, país al que llegó para escapar de la crisis socioeconómica argentina de 2001.

De allí surgió todo lo que ahora es conocido. Volvió a la Argentina con un físico renovado y una expectativa ascendente. Con el tiempo y la dedicación, llegaron los cinco títulos mundiales y una popularidad tan grande que revitalizó al boxeo nacional mientras los medios especializados y las organizaciones lo catalogaban como el mejor pugilista argentino de los últimos tiempos.

Tras 20 años de carrera y un récord de 51 victorias sobre 56 peleas, durante 2015 Maravilla se bajó del cuadrilátero para subirse a los escenarios y dar sus primeros pasos en el mundo artístico. Acompañado por un elenco de humoristas, protagoniza un espectáculo de stand up dedicado a contar su historia de vida. Esta obra, que incluye pasajes tanto cómicos como emotivos, cuenta con presentaciones en diferentes puntos de la Ciudad de Buenos Aires y el resto del país.