Entrevista a Santiago Lange
Cada tanto el deporte nos regala historias conmovedoras como la de Santiago Lange, el regatista que este año se trajo junto a Cecilia Carranza Saroli una de las tres medallas de oro que ganó la Argentina en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Y si bien es cierto que recién toman su verdadera dimensión cuando las acompaña la gloria, como es el caso de este argentino de 55 años que superó un cáncer de pulmón, acaso eso se deba a la esencia misma de la competencia deportiva, esa que divide a veces cruelmente a los ganadores de los perdedores.
El oro olímpico conquistado en Río es, sin dudas, su máximo logro deportivo. Sin embargo, antes de eso ha sabido construir una exitosa carrera desde que en 1976 se consagrara campeón argentino de la clase Optimist. Al revés de lo que suele suceder en el fútbol, en el yachting y en la mayoría de los otros deportes los Juegos suelen ser más importantes que los mundiales. Por eso, esta consagración tuvo mucha más repercusión que los tres campeonatos del mundo que Santiago ganó en la clase Snipe en 1985, 1993 y 1995. Y que el título de 2004 en la clase Tornado en la misma competición. Ahora sí, en lo que respecta a los Juegos, ya venía merodeando el primer puesto con las dos medallas de bronce obtenidas en Atenas 2004 y en Pekin 2008, en aquellas ocasiones junto a Carlos Camau Espínola y también en la clase Tornado.
Lange y Carranza se llevaron el oro en Nacra 17, una categoría de vela nueva y mixta que hizo su debut olímpico en Río 2016. Para llevarse la máxima distinción disputaron 13 regatas, de las cuales ganaron dos y llegaron segundos en tres. Por un punto de diferencia aventajaron a la pareja australiana y a la austríaca, que ganaron plata y bronce respectivamente. Pero además Lange se dio el gusto de compartir un juego olímpico con sus hijos Yago y Klaus, quienes participaron en la clase 49er.
La hazaña de Lange no tiene su único fundamento en haberla conseguido a los 54 años (cumplió los 55 en septiembre) sino en que llegó menos de un año después de que un cáncer le quitara un pulmón. Justo él que nunca fumó. Pero sucesivas enfermedades lo empezaron a aquejar cada vez que viajaba. Entonces consultó a los médicos y no le quedó más remedio que someterse a la operación. Fue el 22 de septiembre de 2015 en Barcelona. El 16 de agosto de 2016 se subía al podio.
Además de regatista, Santiago es ingeniero naval. O sea que su vida está mimetizada completamente con el agua. "Amo cualquier cosa que flote", suele decir. Y hay que creerle, porque además de sus títulos como navegante ha diseñado los veleros Optimist que ganaron 7 veces la Copa del Mundo. Y como si su destino no pudiera alejarse del agua, ha llegado a vivir arriba de un barco cuando las circunstancias de la vida lo habían dejado sin un hogar.
Lange siempre fue un luchador y un apasionado por lo que hace. Ahora, además, es un enorme ganador.