Entrevista a Delfina Pignatiello
Fuera de los logros de Georgina Bardach, quien ganó una medalla de bronce en Atenas 2004, y de José Meolans, los argentinos nos hemos acostumbrado a mirar las finales de natación como espectadores pasivos. Una verdadera pena, pues pocos deportes son tan vistosos como esta disciplina acuática. Sin embargo, el año pasado tuvimos una señal de que en el futuro esto puede cambiar: con tan solo 17 años la sanisidrense Delfina Pignatiello se trajo tres medallas del Campeonato Mundial Junior de Natación realizado en Indianápolis.
Medalla de oro en 800 metros libres, medalla de oro en 1500 metros libres y medalla de plata en 400 metros libres. Y las dos primeras con récord para la competencia. Esas fueron las conquistas de Delfina en un certamen que se organiza cada dos años desde 2006 y que nunca había tenido un podio nacional. A fin de año, estos logros le valieron el merecidísimo Olimpia de Oro.
Hija de una profesora de natación, Pignatiello aprendió a nadar de muy muy pequeña. Pero recién a los 12 años su madre la dejó empezar a competir. Desde entonces, según ella misma reconoce, todo se dio muy rápido. Se federó, se convirtió en campeona nacional, integró la Selección Nacional y empezó a nadar en sudamericanos y mundiales. Incluso casi clasifica a los Juegos Olímpicos de Rio 2016.
Durante 2017, el año de su consagración en el Mundial Juvenil, Delfina siguió yendo al colegio Cardenal Spínola de San Isidro. Su rutina fue un canto al esfuerzo. Se despertaba a las 4.50 de la madrugada, a las 5.30 ya estaba en el agua para entrenar dos horas y de ahí se iba corriendo a cursar. Y a la tarde, otras tres horas de pileta. Algunos días le sumaba gimnasio. Cuando volvió de Estados Unidos y sus compañeros se fueron de viaje de egresados, ella prefirió quedarse para seguir entrenando.
De cara a lo que viene, Delfina rechazó propuestas para irse a estudiar a Estados Unidos con beca. Eligió quedarse en la Argentina y se anotó en la carrera de Ciencias de la Comunicación. Según ella, seguir estudiando (aunque a un ritmo moderado) le va a servir para despejarse del entrenamiento, que obviamente seguirá siendo su prioridad.
El principal objetivo deportivo para este 2018 será tener una buena performance en los Juegos Olímpicos de la Juventud, que se realizarán en octubre en Buenos Aires. Y luego sí apuntará a Tokio 2020, donde tal vez los argentinos podamos volver a ver una carrera de natación con la bandera en la mano.