La moda del orden
Si ubicamos todas las perchas del placar del lado en que no colgamos la ropa y cada vez que elegimos y guardamos una prenda la vamos poniendo del que sí solemos usar, en poco tiempo vamos a saber qué ropa podemos descartar y cuál no. Con pasacables o cajas podemos ocultar el siempre molesto cablerío de esa larga batería de dispositivos que suele haber en cualquier living. La cocina es un lugar ideal para aplicar el hábito de la “limpieza continua”: mientras hierve el agua para el mate se puede secar y guardar lo que hay en el escurridor, por ejemplo. Aunque a simple vista estos tips podrían leerse como algunos de los típicos consejos sueltos que ilustran los recuadros de las notas sobre el cuidado del hogar, en realidad forman parte de algo mucho más amplio: una concepción de la vida cotidiana en la que el orden y la organización nos ayudan a llevar una existencia más liviana y a mejorar nuestra calidad de vida.
Este 2017 ha sido el año en que ordenar se puso de moda, por lo menos así lo demuestra el mercado editorial. Y es que siguiendo a la japonesa Marie Kondo, referente mundial en lo que a organización hogareña se refiere, dos argentinas que hace varios años se vienen dedicando a asesorar a aquellas personas que necesitan encontrarle la vuelta al caos de sus casas decidieron volcar sus conocimientos en sendos libros. Ellas son Marietta Vitale y Melanie Melhem, para quienes el orden bien puede ser considerado casi como una filosofía.
Ordenar como terapia
Terapia del orden. Guía práctica para mejorar tu vida. Tal es el nombre de la didáctica obra de Marietta Vitale que Ediciones B publicó a principios de año. Luego de estudiar Ciencias de la Comunicación en la UBA, Interiorismo y Feng Shui, Marietta creó en 2013 el concepto de Interior Planner para definir su trabajo de ponerle orden a los ambientes. Su lema es que si tenemos espacios ordenados, también tendremos una mente ordenada. “Las personas ordenan su interior a través del orden exterior. Vamos descubriendo quiénes somos, lo que nos gusta, lo que nos estabiliza, lo que nos transmite paz y hasta lo que deseamos para la vida”, dice. En resumen: el orden como valor terapéutico. Para Vitale no existe una única forma de ser organizado, sino que lo importante es que cada uno encuentre la técnica que le funcione. Y ayudar en ese camino es la base de su trabajo.
Su obra, de lectura ágil y con muchos casos de gente que alcanzó ese orden tan ansiado, nos invita primero a reflexionar respecto de cómo vemos nuestro hogar, a preguntarnos en qué medida somos el ambiente que nos rodea y nos estimula a desprendernos de aquellas cosas que no vale la pena conservar. Luego sí da consejos bien prácticos para comenzar a ordenar cada ambiente de la casa y cómo hacer para mantenerla limpia y organizada una vez hecha la reconversión. E incluso tiene un capítulo con claves para que el nuevo orden sea también un “tema de pareja”.
Aprender a descartar
Para Melanie Melhem, también porteña y licenciada en Publicidad, el orden como profesión llegó a su vida casi sin proponérselo. En la introducción de OMM (siglas de Organizarte by Melanie Melhem), libro recientemente publicado por Grijalbo, cuenta que todo empezó a gestarse un día que decidió encarar una limpieza completa de su ropero y descubrió toda la ropa que no usaba. Armó una feria americana con ese descarte. El éxito de esa iniciativa contagió a sus amigas, que le pidieron ayuda para que hiciera lo mismo con sus placares. El resultado de la movida fue que terminó armando un showroom de ropa usada. Cuando gente que no conocía le empezó a pedir lo mismo, Melanie se dio cuenta que tenía por delante un trabajo bastante distinto al que su formación universitaria (“el colmo del consumismo”, dice) apuntaba. El otro gran salto lo dio cuando en agosto de 2015 abrió su cuenta de Instagram (@organizarteomm), donde comparte fotos que reflejan tipos y consejos fáciles de implementar.
Para Melhem, las ventajas de contar con una casa organizada son muchas. “Nos transmite paz y bienestar. Las cosas no se amontonan, los objetos tienen un espacio establecido y al conocer su ubicación no perdemos tiempo buscándolos ni pensando dónde deberíamos volver a guardarlos luego de usarlos. Además, una casa con superficies despejadas es más fácil y rápida de limpiar”, le cuenta a Revista Cabal. Para ella el orden es más una filosofía que una manía o una obsesión: se trata de aprender a vivir más despojados. “El principal enemigo del orden es el acumulo de cosas. No tiene sentido perder tiempo y espacio ordenando y organizando elementos que no usamos y están de más en nuestros hogares”, dice. Por eso, la primera tarea antes de emprender el camino de la organización es el descarte. Para eso propone tener a mano cuatro canastos de modo que podamos poner en ellos lo que vamos a tirar, regalar, donar o vender.
A partir de ese tip básico, que Melanie resume en la frase “la necesidad de soltar”, el libro explica cómo hacerlo recorriendo ambiente por ambiente. La entrada, el living, la cocina, el lavadero, el espacio de trabajo, el dormitorio, el baño y hasta la baulera tienen cada uno particularidades que vale la pena considerar a la hora de poner orden, como así también los placares y las valijas antes de hacer un viaje. Y en tiempos digitales, la organización también conviene llevarla a la computadora, el teléfono celular o la tablet. “La sensación de borrar un archivo es tan agradable como la de sacar algo físico de tu casa. Los objetos no ocupan solo un lugar físico, sino también están en nuestra mente. Y entonces eliminarlos es, a la vez, liberar un espacio en nuestra mente”, explica.
Una filosofía oriental
La gurú mundial del orden es japonesa, tiene 32 años y se llama Marie Kondo. Tiene cuatro libros sobre el tema (el primero data de 2011), pero solo uno de ellos ha sido traducido al español. Se trata de La magia del orden, publicado por Editorial Aguilar en 2015. Su método la hizo tan popular que ese mismo año la revista estadounidense Times la llegó a incluir en su lista de las 100 personas más influyentes del mundo. Ella es la que sugiere, por ejemplo, ordenar la ropa de los cajones de forma vertical, técnica que también sirve para optimizar el espacio en una valija.
En su libro, Melhem recomienda esta forma de guardar de Kondo, pero a la vez traza algunas diferencias más generales con la obra de la japonesa. En Omm insiste en que el libro de Kondo “está muy enfocado en la sociedad oriental, con costumbres y principios de minimalismo que son milenarios y de los que nosotros carecemos”. Su propuesta, dice, es “el punto medio entre la visión de Kondo y el consumismo más fuerte de países de Occidente”.
Para Marietta Vitale, las diferencias culturales con Kondo obligan a hacer un recorrido propio en la materia. “Coincido con ella en que lo primero que hay que hacer es ´hacer lugar´, pero difiero en el método de cómo lograrlo. En la Argentina hay personas que pueden llegar a tener hasta 6 placares. Hay un mayor apego a las cosas, que viene desde nuestros antepasados que llegaron sin nada, trabajaron y fueron acumulando cosas. Entonces a muchos clientes les resulta muy difícil soltar las prendas, aunque no las usen” explica a Revista Cabal. Y se permite también discutir el título de su libro más famoso, La magia del orden. “En el método de Kondo, pareciera como si el orden fuese magia. Mi enfoque y lo que yo hago con mis clientes es diferente. Los ayudo a ver si sus objetos, y cómo están distribuidos por sus espacios, los acercan o los alejan de la vida que quieren tener. Esta es la medida que utilizo para decidir si algo se queda o se va de una casa”, agrega.
¿Y qué pasa con la obsesión? ¿Puede convertirse este hábito de ordenar y organizar en una conducta obsesiva? “El límite de la obsesión está en el no permitirnos disfrutar. Y no es eso lo que buscamos. Nuestro servicio es justamente lo contrario: ayudar a volver a disfrutar del hogar, a vivirlo”, concluye Vitale. La filosofía del orden, inspirada en técnicas orientales, ya tiene a sus referentes locales.