Que las personas no nacemos para cumplir un destino fijado es un hecho probado en el caso del multifacético Adrián Paenza. Nació en Buenos Aires en 1949.  A los 14 años ya daba vueltas por la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y a los 16 obtuvo su primer trabajo como periodista.  Es Doctor en Matemáticas de la Universidad de Buenos Aires y Profesor Asociado del Departamento de Matemática de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la misma universidad. Pero aún hay más: se dedicó al periodismo deportivo -entrevistó a Maradona en 1994, cuando surgió su famosa frase "me cortaron las piernas"- y fue el responsable directo de que la Argentina tuviera un programa de TV de la NBA que dio espacio a futuras estrellas como Ginobili. Trabajó en los principales diarios, radios y canales de aire de Argentina y fue redactor de varias revistas. Hace ya más de una década que Adrián Paenza vive la mayoría del tiempo en Estados Unidos, donde trabaja como profesor de la Universidad de Chicago.  No se trata de una “fuga de cerebro” juvenil que desea probar suerte en el extranjero; el suyo es el caso de un hombre maduro que se desafió a sí mismo: “Quería hacer la experiencia de estar afuera, y no sólo por cuestiones académicas. Me fui a los 52, ¿iba a esperar hasta los ochenta? Allá escucho, acá hablo. Allá pregunto, acá me toca contestar, que es lo que menos me gusta hacer porque nunca estoy totalmente seguro de lo que digo, o de si lo que digo es lo correcto”, explicó él. Sin embargo, nunca se desvinculó de la Argentina. En este sentido, conduce por televisión los ciclos Científicos Industria Argentina (octava temporada y varias veces ganador del premio Martín Fierro), Alterados por Pi y Laboratorio de Ideas.

La matemática estaba cerca

En 1988, Carlos Ulanovsky le pidió que escribiera para Clarín unos problemas, que aparecieron en la sección Opinión. Paenza escribió entonces un artículo a doble página en defensa de la matemática que empezaba así: Matemática, ¿estás ahí? Esta fue la génesis de los siete libros de matemáticas que escribiría en los años posteriores y se convirtieron en best sellers.
¿El secreto del éxito? Él dirá que fue acercar las matemáticas al lector con un lenguaje comunicacional, cotidiano, directo. Los libros que lleva publicados de la serie Matemática… ¿estás ahí? tienen más de diez ediciones agotadas en varios países de América Latina. Asimismo, están siendo editados en Alemania, España, Rusia, Italia, República Checa, Brasil y Portugal. En 2007 recibió el Premio Konex de platino en la categoría Divulgación científica.

Desde 2011 Adrián Paenza donó los contenidos de sus libros para que estén disponibles gratuitamente en todas las netbooks del programa Conectar Igualdad del Ministerio de Educación de la Nación. Lo anunció en la presentación de su libro en la que contó con la presencia de la presidenta de Cristina Fernández de Kirchner. Paenza parece tener energía extra para realizar sus objetivos; tiene el corazón abierto y dispuesto para comprometerse en los cambios políticos que atraviesa la Argentina, y apoya al gobierno actual activamente. “Yo saludé esta iniciativa con mucho entusiasmo desde que fue anunciada, porque justamente lo que hace la inequidad en la distribución de la riqueza es condenar a la desigualdad intelectual y cultural.  De esa manera es que se perpetúa la inequidad. Entonces es importante encarar todos estos procesos juntos. Lo mismo que el acceso a la salud, a la vivienda, al trabajo digno. Todas estas son cosas primordiales que no deben dejarse en manos del mercado. Es decir que no alcanza con mejorar la distribución de la riqueza y esperar a que eso en algún momento haga el resto de los cambios”, dijo en una entrevista a la periodista Paula Bistagnino. “El Estado tiene la obligación de garantizar que todos estos derechos se cumplan, si lo que quiere es un país más justo. Un país que pretenda mejorar las condiciones de vida de toda la sociedad. Yo quiero un país que discuta esto. Sobre todo que lo discutamos los privilegiados como yo, que tuvimos una educación, tenemos un techo, un trabajo, oportunidades, comida, abrigo... A mí me gustaría que esto lo tuvieran todos los argentinos. Hoy, con un programa como Conectar Igualdad, se está revirtiendo una inequidad histórica.” 

Sus lectores, sienten agradecimiento hacia él: quitó a muchos el miedo a las matemáticas y demostró, cada vez, con su hacer y su prédica científica, que la Argentina es un país donde la ciencia tiene cabida; tiene un lugar de importancia.