Entrevista a Vanesa González
Dueña de uno de esos rostros angelicales que enamoran, Vanesa González irrumpió en la televisión argentina en 2007 en la tira Son de Fierro y luego protagonizó una gran cantidad de series. Sin embargo, como ella misma admite, lo que realmente la apasiona en el mundo de la actuación es el teatro. Ya sin tantas apariciones en la pantalla chica como hace algunos años atrás, su nombre nunca va a faltar en alguna de las obras que están en cartelera.
El gran público la conoció por su personaje de Morena Fontana en la tira de Pol-Ka que protagonizaban María Valenzuela y Osvaldo Laport. Allí era el amor de Mariano Martínez, en un vínculo que llegó a trascender la ficción. Hasta allí Vanesa parecía repetir el mismo camino de tantas jóvenes y bellas actrices que llegan al mundo de la tele: un éxito y el romance con el galán de turno. Sin embargo, muy pronto bajó el perfil de su vida amorosa y, aunque siguió participando en el prime-time de la TV, se empezó a valorar su trabajo en prestigiosas obras.
Oriunda de Banfield y sin antecedentes familiares en el espectáculo, Vanesa supo en su adolescencia que lo suyo era la actuación. Y a los 15 años se metió a estudiar en la escuela de Lito Cruz, con quien luego terminó compartiendo cartel en la obra de Arthur Miller Todos eran mis hijos. Dirigida por Claudio Tolcachir, esa es hoy una de las representaciones que confiesa que la marcaron. Pero fue su interpretación de Helena Tritek en El Diario de Ana Frank, que estrenó en 2008, la que le granjeó los primeros grandes elogios y con la que demostró que lo suyo era bastante más que lo que la nueva cara linda de la televisión podía llegar a suponer.
Ese mismo año volvió a integrar el elenco de un éxito televisivo. Se trató de Socias, una serie también de Pol-Ka ambientada en el mundo de los abogados que protagonizaban Mercedes Morán, Andrea Pietra y Nancy Dupláa. Le siguieron Ciega a citas, Caín y Abel y apariciones en algunos episodios de otras tiras, pero ya sin el paraguas protector de la productora de Adrián Suar. Su regreso a Pol-Ka y al Trece se dio en 2012 con un protagónico en Lobo. La tira fracasó y fue levantada a los tres meses, pero por su actuación fue nominada a los Premios Martín Fierro en la categoría Actriz protagonista de ficción diaria.
Para entonces, su desempeño teatral estaba más que consolidado. En 2012 participó en Adiós, muñeca, con dirección de Eva Halac, y al año siguiente Love Love Love, bajo las órdenes de Carlos Rivas. Ahora, acaba de estrenarse en el papel de Desdémona en Otelo, la célebre obra de William Shakespeare en versión del dramaturgo Martín Flores Cárdenas. A 400 años de la muerte del poeta inglés, para esta adaptación el director eligió enfocar la historia en la tragedia de Desdémona antes que en la de Otelo, por lo que el papel de Vanesa se vuelve mucho más central. La obra se presenta en el Teatro Regio, de la ciudad de buenos aires, de jueves a sábado a las 20.30 y los domingos a las 19.