Su documento de identidad dice que nació en Rosario pero bien podría decirse que su parto fue en el Gigante de Arroyito, cuna de una de sus grandes pasiones: Rosario Central. Su dedicación al periodismo fue consecuencia directa de su inclinación y – podría decirse amor – por la escritura y la poesía, que supo cultivar en plena adolescencia.

Lo que siguió a este primer amor, fue el periodismo, al que llegó de manera bastante azarosa. Los trabajos en una imprenta, en un taller y hasta en un banco sólo respondieron a la necesidad, e inclusive hasta su trayecto universitario en Ciencias Económicas – donde se graduó – tuvo más que ver con la escasa oferta laboral en los tristes años de la dictadura que con la vocación humanística que envolvía a aquel joven escritor.

Aquellas primeras búsquedas le dieron  la oportunidad de hacer sus primeras armas en una radio rosarina y allí sí, se gestó un amor para toda la vida: el que unió a Reynaldo Sietecase con el periodismo.  Luego vendrían más desafíos y las premiaciones. Pasó por los espacios más diversos, desde LT8 de Rosario hasta Rosario 12, desde la Revista XXI hasta Tres Poderes en el canal América, desde Telefé – donde se incorporó como columnista, hasta la actualidad en Vorterix donde conduce Guetap. Pero claro, el brillo en su desempeño en los medios masivos no puede soslayar que lo que sigue conmoviéndolo es aquella primera pasión: la escritura.  Allí están todos sus libros, de ensayos y de poesía, entre los que destacamos el más reciente: Kamikazes, los mejores peores años de nuestras vidas. Como dramaturgo, se da también el gusto de tener en cartel, por segundo año, la obra teatral Malditos (todos mis ex), escrita junto a Mariela Ascensio.

Mirá el video con la entrevista a Reynaldo Sietecase