Entrevista a Pepe Cibrián: artista desde la cuna



Entrevistas

Pepe Cibrián Campoy es director de teatro, actor y dramaturgo. Nació en 1948 en La Habana, Cuba. Siempre mantuvo una estrecha relación con sus padres José Cibrián y Ana María Campoy, dos grandes personalidades del teatro argentino. Fue pionero del género musical en nuestro país desde la década del 70, y en 1983 comenzó su sociedad  artística con el músico Ángel Mahler. Juntos realizaron numerosos musicales como “Calígula”, “El jorobado de París” y “Drácula”. Este fue uno de sus mayores éxitos, tanto que fue merecedor de varios premios y fue presentado también en Brasil, Chile y España.
Exitoso empresario, capaz de instaurar dentro del género musical un estilo propio e innovador, ha llevado adelante una carrera artística muy sólida y fructífera, muy elogiada por la crítica y el público. Su última propuesta teatral es el musical “Excalibur”, el cual se estrena en el mes de enero en elTeatro Astral.

¿Cómo nació su relación con el teatro y la actuación?


Yo vengo de una familia de tatarabuelos actores, aunque ésto no implica nada ya que por ejemplo mi hermano que tiene 11 años menos que yo, es arquitecto, luego se dedicó a Internet…él es un hombre creativo pero que no tiene nada que ver con el teatro, en cambio sí sus hijas que fueron protagonistas de “Drácula” y ahora de “Excalibur”, pero yo me interesé por el teatro desde que tengo uso de razón. Según me contaron mis padres y mis tíos, al año y medio, yo nací en La Habana, en el Teatro Colón de Bogotá me sacaron por 1° vez al escenario; luego de eso toda mi vida fantaseé con el teatro, es parte de mí, es jugar…  

¿Cuáles cree que son los rasgos que lo definen artísticamente?


Como artista creo que hoy soy lo mismo que fui siempre: coherente; soy un artista coherente. Soy un hombre que ha creído en una forma de trabajo y aún hoy la sigo llevando en práctica; he creído que hay que darle oportunidades a los artistas jóvenes, y se las sigo dando, aún cuando podría convocar figuras y sin embargo no lo hago; todas mis obras siempre involucran pruebas y gente nueva que surge, o artistas que surgieron en alguna de mis obras y hoy ya son figura, como Juan Rodó. Por lo cual yo me definiría como un artista absolutamente coherente, y esa coherencia es la que me ha llevado a ser creíble.

¿Considera que ha marcado un antes y un después en la realización de musicales en la Argentina?

Siento que he marcado los musicales en la Argentina. En los años ´50 se hacían musicales nacionales, con referentes como Francisco Canaro o Mariano Mores, pero eso desapareció. Cuando yo empiezo a luchar por este género, que estaba muy desvalorizado y lo siguió estando hasta “Drácula”, hice grandes musicales como: “Aquí no podemos hacerlo”, “Calígula”, “Los Borgia”, “Las invasiones inglesas” en el Teatro San Martín…Yo no nací con “Drácula” pero masivamente, y gracias a la confianza de Tito Lecture, sí, entonces yo creo que he hecho el musical, sino no hubiese hecho todo eso…Yo no tenía un Pepe detrás como referente, aún para decir “no me gusta”, entonces sí, creo que soy un referente en el género, que a partir de “Drácula” se generó una explosión y empezaron a formarse escuelas y espacios y la gente empezó a tomar un poco más de consciencia del musical.  

¿En qué proyecto trabaja en la actualidad?


El 18 de enero estrenamos el musical “Excalibur” en el Teatro Astral.
En esas causalidades de la vida, un día estábamos en mi casa con mi socio, Angel Mahler, mirando videos de magia y vimos a un mago haciendo unos trucos bellísimos y de pronto le dije a Angel “¿y si hacemos una obra sobre magia?”; entonces empecé a escribir mi propia versión sobre el mago Merlín, tarea que solemos hacer antes de que Angel haga la música. El “Excalibur” con el que la gente se va a encontrar es un Juan Rodó que interpreta a un Merlín al estilo del científico loco de la película “Volver al futuro”; un hombre bello y galán, vestido con trajes violetas y azules.
Mi analogía siempre es: si el bizcochuelo no es bueno, entonces la torta no sirve para nada. En cambio si la torta es buena, con una buena persona, entonces le ponés un buen traje, un buen aroma…Yo creo que esta obra es bellísima, la música también, y en este caso se ha gastado realmente una fortuna en la producción, en efectos, decorados, vestuario, trucos…Va a ser muy impactante.

¿Cómo evalúa la Argentina después de la sanción de la ley de matrimonio igualitario?

Creo que la Argentina es surrealista, porque que en nuestro país se haya sancionado una ley que no sale hasta ahora más que en diez países habla de un país mágico, extraño, en donde se peleó como en varios otros lugares por estos derechos, y como verás no se ha modificado la sociedad; se ha modificado en cuanto a que los jóvenes pueden decidir o no casarse, pueden decidir o no adoptar, accediendo a los mismos derechos que otra pareja, pero en lo cotidiano no es que se hayan roto los juzgados ni que se haya violado niños…no pasó nada de eso; pasó lo que estaba pasando sólo que se legisló, y esto ha sido un gran avance.
A pesar de todo creo que la Argentina es un país más abierto que otros países, es un país muy mágico.