La actriz Muriel Santa Ana heredó el amor por la actuación de su padre, el gran actor Walter Santa Ana. Según sus propias palabras, creció junto a su hermana mayor en una familia insólita y genial, en una casa desprejuiciada, de puertas abiertas, por donde desfilaban numerosos actores, psicoanalistas, músicos y artistas plásticos.

Su debut en el escenario lo hizo de la mano de su padre; juntos realizaron giras por la Argentina presentando un espectáculo basado en textos de Jorge Luis Borges. A los 18 años comenzó a estudiar actuación con Agustín Alezzo y luego continuó con otros grandes maestros como Rubén Szuchmacher y Guillermo Angelelli.

En una primera etapa se destacó en teatro, en obras como La casa de Bernarda Alba y Ópera de Tres centavos, hasta que en 2005 llegó por primera vez a la televisión; recomendada por el actor Luis Brandoni, interpretó el papel de Venus en la serie Una familia especial.

El reconocimiento del público y la crítica le llegó en el año 2007 de la mano de su personaje Grace en la comedia Lalola y se afianzó en 2009 cuando protagonizó la serie Ciega a citas en el papel de Lucía González, una periodista treintañera, soltera y con algunos kilos de más, que debe encontrar un novio en 258 días para que la acompañe a la boda de su hermana, y así ganarle una apuesta a su madre.

Hoy, con 19 años de trayectoria, Muriel Santa Ana afirma que su lugar como actriz sin lugar a dudas está en el teatro, en donde se siente sumamente cómoda y plena. Se destacó en obras como Chicas Católicas, La vida es sueño y recientemente en El gran deschave.

En el cine vivió una muy buena experiencia de trabajo en la película Mi primera boda y Un cuento chino. La televisión le resulta avasallante, una especie de topadora o tren bala que lo arrasa todo, pero que también impulsa al actor a desplegar nuevas facetas. En el último tiempo integró el elenco de ciclos como El hombre de tu vida, El donante y Solamente vos. En la actualidad protagoniza la pieza teatral Lluvia de plata, de Sèbastien Thiery, junto a Luciano Cáceres, Guillermo Arengo y Luciana Lifschitz, con dirección de Arturo Puig. Una comedia francesa que plantea los cambios que puede generar el dinero en las personas.

Talentosa, fresca y simpática, Muriel Santa Ana se encuentra atravesando una etapa de estabilidad y madurez, tanto en el plano personal como profesional.
No se preocupa por la mirada de los demás, le gusta reírse de sí misma y sueña con trabajar como actriz hasta el final.

Mirá el video con la entrevista a Muriel Santa Ana