Entrevista a Malena Guinzburg
Malena Guinzburg es de esas personas que toman al toro por las astas. Acomplejada como cualquier mortal, decidió hacerse cargo de sus estigmas para exponerlos y utilizarlos a su favor. Parte de una generación de "hijos de", el nombre de su padre (el recordado periodista Jorge Guinzburg) suele aparecer en sus shows de "stand up" y no reniega en absoluto de él en cada entrevista que le hacen. Sabe que es parte de los primeros años de su carrera y que luego dejarán de preguntar. Tampoco mira para el otro lado cuando lo que salta a la vista son las formas redondeadas y la baja estatura que heredó de Jorge. "No quiero ser simpática, quiero estar buena", suele decir entre risas mientras la gracia de su rostro obliga a tantos hombres a replantearse su idea de la belleza.
Con esas señas particulares, Malena empieza a desandar un camino propio en el mundo del espectáculo. Tan propio que resulta difícil clasificarla. ¿Es humorista? ¿Es actriz? ¿Es guionista? ¿Es conductora? ¿Es periodista?
Está claro que con un padre famoso en la televisión y un espejo ante el cual le gustaba moverse como bailarina, en su infancia ya estaban delineadas las líneas de su futuro. Desde chica estudió teatro, pero cuando todo parecía que el derrotero estaba claramente dirigido hacia las tablas, Malena empezó a trabajar como productora de radio y televisión. La Biblia y el calefón, Peor es nada, Grandiosas fueron algunos de los programas en los que trabajó en la pantalla, mientras que El Ventilador, Vitamina G y Metro y Medio fueron sus experiencias radiales, hasta que en 2011 pasó del otro lado del vidrio. Empezó como conductora radial junto a Ronnie Arias y Alejandra Salas en Sarasa, programa que salía por FM 100, y venía haciendo Desayuno serial con Luis Rubio por Radio El Mundo, todos los sábados de 10 a 13.
Pero tal vez el ámbito en el que Malena se desenvuelve con más constancia sea el "stand up". Junto a Pablo Fábregas, Diego Scott, Fernando Sanjiao y dirección de Diego Reinhold, acaba de reestrenar el show Pucha, todos los viernes y sábados a las 23 en el Paseo La Plaza.