Desde 1993 hasta hoy, la pantalla grande ha sido un lugar natural para Leonardo Sbaraglia. Aunque debutó en una cruda interpretación como Daniel en (1986), fue Tango Feroz (1993) la película que marcó el inicio de una continuidad que incluyó éxitos nacionales como Caballos Salvajes (1995) y Plata quemada (2000), y producciones extranjeras como Diario de una ninfómana (2008) y Red Lights (2012).

Pese a semejante experiencia, el fenómeno de Relatos Salvajes en 2014, significó un escalón trascendente para el actor nacido el 30 de junio de 1970 en Sáenz Peña, en el partido bonaerense de Tres de Febrero. Su aclamada participación y el descomunal alcance de taquilla del largometraje de Damián Szifrón profundizaron su repercusión popular y su proyección internacional. Lejos de abrumarle la comodidad del éxito, Sbaraglia admite que tiene algunos proyectos incipientes para cambiar de rol y dirigir una película en un largo plazo.

Durante este 2015, le hará frente a dos nuevos desafíos. En Sangre en la Boca, interpreta a un veterano boxeador que, en el epílogo de su carrera, abandona a su familia por un amorío con una joven. En cambio, en No te olvides de mí, se pone en la piel de un ex presidiario anarquista de los años 30’ que, al quedar en libertad, tiene un encuentro casual que cambia su destino. Se espera que ambas películas se estrenen a principios de 2016.