Entrevista a la escritora Florencia Canale
“La renovada vigencia de la novela histórica es un fenómeno central en el panorama literario de América Latina, relacionado en lo político con la demanda de estos países por completar un proceso independentista que fue solo parcial y alcanzar así la tan mentada ‘segunda independencia’. Después del obligado silencio de los debates durante la última Dictadura y de los obstáculos de los primeros años de democracia para la soberanía económico-política, la Argentina vuelve a preguntarse por su origen y destino” escribió la escritora e investigadora del CONICET María Rosa Lojo (http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1852-96152013000200004) para explicar las raíces de un boom que desde luego no está exento de debates. Y prosigue: “En todo caso, lejos de convertirse en público dócilmente ‘importador’ de relatos históricos generados en los centros de Occidente, los lectores vuelcan su interés en el pasado de su comunidad en riesgo para desentrañar, de algún modo, las causas de la desventura presente”.
Florencia Canale es una cabal representante de la novela “romántico-histórica” de la Argentina, un género que no para de batir récords de ventas hasta el punto de generar nuevas áreas en las editoriales. La escritora, que nació en Mar del Plata y fue desde chica una lectora voraz, estudió Letras en la Universidad de Buenos Aires hasta que en cierto momento empezó a rondarle la idea de que tal vez, por qué no, podría ella también escribir. Tomó entonces el impulso y en 2011 publicó Pasión y traición. Los amores secretos de Remedios de Escalada de San Martín, que se transformó en un best seller casi de inmediato. Con semejante aliciente se animó con Amores Prohibidos. Las relaciones secretas de Manuel Belgrano, que apareció en 2013. Y un año más tarde salió por un rato del género para publicar Sí, quiero, un libro en el que reúne las historias de amor más célebres del Registro Civil de la Ciudad de Buenos Aires. Pero en 2015 retomó la senda que la catapultó al éxito para meterse con un peso pesado de la historia local: nada menos que Juan Manuel de Rosas. Arrancó así la trilogía que inició Sangre y deseo. La pasión de Juan Manuel de Rosas y Encarnación Ezcurra, siguió Lujuria y poder. La pasión de Juan Manuel de Rosas y su hija Manuelita y cerró hace muy poco con La hora del destierro. Los últimos años de Juan Manuel de Rosas.
Dice Canale que las investigaciones históricas que lleva adelante son de verdad exhaustivas y que lee absolutamente todo sobre los personajes acerca de los que escribe, a los que casi “les entra en la carne”. “Una novela histórica es ficción –dice-, pero con un anclaje histórico. Y me gusta que lo histórico sea ciento por ciento verídico”.
No hace mucho tiempo escribió una columna en la que confesó que como si el ejercicio de leer le quedara corto, sintió de pronto el deseo de la escritura de ficción. “Tal vez por el parentesco que llevo a cuestas –soy sobrina en sexta generación de Remedios de Escalada – o por el palimpsesto en que se había convertido mi imaginación, tuve ganas de escribir la historia de los amores de José de San Martín y su mujer. Esto dio comienzo a un viaje infinito e interminable por los recovecos de mi mente, que me llevó a nadar en las aguas de nuestro siglo XIX. Supongo que entrar ahí es sinónimo de buscar mi origen, entender los bamboleos del amor y el desamor y encontrar la historia que nos construye”.