Javier es el más joven de los hermanos Calamaro. Criado en una casa en donde se escuchaba mucho folclore y tango, y seguramente influenciado por su padre y hermana mayor, dedicados a la música, a los 4 años sintió un fuerte deseo de ser él también músico, y ya a los 11 grabó por primera vez en un estudio.

Integró las bandas Frappé y El Corte, y compuso numerosos jingles publicitarios, hasta que a principios de los años ´90 obtuvo gran repercusión  al integrar el grupo Los Guarros, con el que editó siete discos de puro rock & roll. Luego de diez años, la banda se separó y Javier Calamaro comenzó su etapa musical como solista, editando cinco discos.

En 2004, se animó a iniciar un proyecto con el que fantaseó por largo tiempo: fusionar el rock con el tango, lanzando en 2006 el disco Villavicio, con composiciones propias y temas emblemáticos como La última curda, Garúa y Desencuentro. Esta propuesta discográfica lo llevó a tocar junto a grandes artistas como Mariano Mores y Adriana Varela, y a ganar dos de los rubros más importantes de la sección tango en la entrega de los premios Gardel.

En los 30 años que lleva en la música, Javier Calamaro se ha caracterizado por la búsqueda, la diversidad y el movimiento constante. Principalmente interesado en darse los gustos, se permitió incorporar en algunos de sus discos ritmos como la rumba, el bolero, la milonga, la cumbia y el folclore. Visceral e instintivo, en lugar de construir racionalmente una carrera artística, se dedicó a explorar, disfrutar y aprender.
En la actualidad Javier Calamaro volvió a evidenciar su pasión por amalgamar el rock con el tango, con la presentación de su último disco, La vida es afano, en el que incluye canciones nuevas y versiones de temas populares como Rata de dos Patas, Pedro Navaja y Ruido.

Mirá el video con la entrevista a Javier Calamaro