Entrevista a Iván Noble
Como el cangrejo: bitácora emocional de gira. Es ese el título que lleva el primer libro de cuentos de Iván Noble, una colección de relatos íntimos acerca de lo que él mismo llama “lado B” de las giras musicales, unos textos que -asegura- “en algún momento tenía que escribir”. No es, sin embargo, su primer libro, ya que hace unos años había incursionado en la poesía junto al escritor Washington Cucurto. “Pero eran poemas, que son muy vecinos de la canción”, señaló el propio Noble durante la presentación de “Como el Cangrejo”. “Y los relatos son otra cosa, necesitaba de otro aliento, otra convicción. El truco era distinto. Porque escribir canciones tiene un truco que más o menos me sé. Pero como no conozco los trucos para escribir decidí no tener ninguno, quedar desguarnecido y que sea un libro muy confesional, mucho más que las canciones”.
“La paciencia de la araña” se llamaba el disco que allá por el ‘98 catapultó a la fama a Noble y a Los Caballeros de la Quema, la banda que tras casi diez años de trabajo dio a luz a ese quinto álbum que apuntalado por el hit “Avanti morocha” se convirtió en disco de oro, circuló por radios de todo el país y los llevó por primera vez a tocar en el Estadio Obras. En 2002 Los Caballeros se separaron y Noble arrancó una profusa carrera solista que hasta hoy tiene siete discos editados. Por ese tiempo trabajó también en la tele -en series como Culpables y 099 Central- e incluso en la pantalla grande de la mano del director Raúl Perrone.
Tras un largo período que incluyó más música, más participaciones televisivas y hasta la conducción de un programa de radio (“Cuánto cuesta este capricho”, por radio Nacional Rock) el 2017 supo ser para Noble el año del reencuentro, porque tras quince años de distancia los viejos compañeros de Caballeros de la Quema se reunieron para tocar en el Estadio Único de La Plata, un show que dio lugar a un DVD en vivo y que el pasado enero se repitió en Mar del Plata. “Fue mucho más lindo de lo que yo pensaba. Superó todas las expectativas musicales, humanas y la convocatoria. Quizá de vez en cuando nos juntemos”, reflexionó Noble y concluyó: “No somos una banda permanente, ni la vamos a ser. Pero cada tanto, cada vez que aparezca una ocasión especial, sí tocaremos”.