Entrevista a Irina Hauser
“Vivir entre lujos y privilegios es parte de la cultura judicial, donde los jueces casi naturalmente se asumen como una casta diferenciada del resto de la sociedad sin cuestionarse demasiado”, escribió en Los supremos Irina Hauser. Su investigación -rigurosa, sin tecnicismos y muy entretenida- se convirtió en uno de los libros del verano pasado, un trabajo cuyo mayor mérito pasa por correr el velo de un tribunal al que por enigmático, difícil e intimidante pocos se le animan. La periodista lo hace además con mucho realismo y suma agilidad, algo que convierte esas 330 páginas en una crónica de verdad apasionante.
Tampoco era raro que Hauser fuera capaz de escribir un texto de semejante nivel. Como bien dice su presentación en la revista Anfibia: “Quedan pocos rincones y pasillos del Palacio de Tribunales que Irina Hauser todavía no conozca. Los transita desde 1998, cuando como cronista de Página/12 comenzó a cubrir temas judiciales. En la búsqueda de información tribunalicia, Irina habla con jueces y juezas, secretarios, ordenanzas y hasta ascensoristas”. Fue con todo ese saber a cuestas que la periodista se animó también a otros zaguanes: hoy es columnista de radio en “Gente de a pie” (el programa que va los sábados de 10 a 13 con Mario Wainfeld, por Radio Nacional) y en “La inmensa minoría” (que de lunes a viernes de 13 a 17 en Radio con vos conduce Reynaldo Sietecase). Además es docente: enseña la materia “Periodismo especializado en géneros y experiencias” en la Maestría de Periodismo de la Universidad de Buenos Aires, donde ella misma estudió Ciencias de la Comunicación.
Pero no todo en su vida es el periodismo, porque Hauser también canta, de hecho presentó hace poco un show titulado “Garra” en el que hizo un repaso por sus propias canciones y homenajeó a las mujeres del rock, incluyendo algunos temas de otros géneros como la cumbia y el pop. Le fue bien, aunque no por eso piensa en dejar la profesión. “Cada tanto lo barajo -confesó hace poco durante una entrevista-, y la verdad que estoy un poco cansada. Pero tengo una especie de impulso que hace que siempre le haya encontrado la vuelta. Mi desafío, además de volver claro lo que no es, pasa por escribir de una manera entretenida. Esa es la oportunidad que me da Página/12: la de contar los temas como a mí me gusta e ir probando fórmulas distintas para narrar lo que sea, desde un fallo hasta un chusmerío de Tribunales”.