La gran mayoría lo identifica sólo como un talentoso actor, pero Carlos Belloso también se dedica a dirigir, pintar y componer música. Artista versátil e inquieto, le gusta experimentar, ejercitar la creatividad y aprender del error. En el año 1982 fue uno de los conscriptos captados por la Guerra de Malvinas, destinado a defender el aeropuerto de Río Gallegos ante el posible ataque de Gran Bretaña. Al finalizar la guerra, la sociedad recibió a los soldados con indiferencia y muy poco reconocimiento, lo cual lo llevó a atravesar un año de depresión postraumática. Fue la actuación lo que lo ayudó a superar esa etapa.

Mientras trabajaba como carpintero comenzó a estudiar en la Escuela Municipal de Arte Dramático; al tiempo conoció al actor Damián Dreizik con quien formó el dúo Los Melli y trabajó en el teatro alternativo durante diez años. Su gran necesidad por expresarse a través del arte lo llevó a transitar diversos formatos como performance, stand up y publicidad. Su trabajo actoral se lució en varios unipersonales, en obras de teatro como La tempestad y El cordero de ojos azules, en películas como La niña santa y La mala verdad, y en personajes entrañables y complejos como Donatello en el ciclo televisivo Culpables, como Quique en Sos mi vida y Livio Muzak en Los únicos. Carlos Belloso es inquieto, apasionado e impulsivo. Se considera casi un especialista en unipersonales y está muy interesado en seguir alternando el teatro comercial con el teatro alternativo. Ha ganado sólida experiencia como director en obras como Intenso azul, Roberto y sus pensamientos y Criticonas.

Carlos Belloso está en pleno rodaje de La vida después, una película con guión y dirección de Pablo Bardauil que trata sobre una historia de amor que se termina, la búsqueda y la soledad. Y además es parte del elenco de la exitosa obra de teatro Le Prenom.

Mirá el vídeo con la entrevista a Carlos Belloso