Arturo Bonín nació en el barrio porteño de Villa Urquiza. La pasión por la actuación le llegó por casualidad a los dieciséis años mientras estudiaba para químico de la alimentación. Un amigo le propuso tomar clases de teatro y él aceptó sólo con el objetivo inicial de conocer chicas; pero el teatro logró seducirlo con su propia magia hasta cautivarlo por completo.
Luego de un largo camino recorrido y con cuarenta y cinco años de oficio se ha puesto en la piel de numerosos y variados personajes para el cine, el teatro y la televisión. Ha participado en treinta y nueve películas, como Asesinato en el Senado de la Nación, Iluminados por el fuego y Contar hasta diez, y en veinticuatro ciclos televisivos, como Montecristo, Vidas robadas y Dulce amor. En teatro, el espacio en donde más cómodo y realizado se siente, participó en más de veintidós piezas, entre las cuales se destacan Whitelocke, Un general inglés, Illia, Código de familia y El conventillo de la paloma.

Arturo Bonín eligió orientar su carrera hacia el compromiso social como una forma de militar desde la cultura. Desde el año 2001 colabora con el movimiento Teatro por la Identidad junto a su esposa Susana Cart, también actriz. Este ciclo acompaña la lucha de las Abuelas de Plaza de mayo para encontrar a los nietos que aún no han podido recuperar su identidad.
De perfil bajo ante los medios y proactivo a la hora de autogestionar sus proyectos, actualmente se encuentra protagonizando la tercera temporada de la pieza teatral La mujer justa, junto a las actrices Graciela Dufau y Victoria Onetto. Se trata de una adaptación de la genial novela del reconocido escritor húngaro Sándor Marai. Esta obra se presenta todos los viernes y sábados a las 22.30 en la Sala Solidaridad del Centro Cultural de la Cooperación, Av. Corrientes 1543, C.A.B.A.
 

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