“El artista siempre es el vehículo de lo que le sucede a la sociedad”
Revista Cabal: ¿Cuándo nació su pasión por la música?
Adriana Varela: Mi pasión por la música nace desde que tengo uso de razón; supongo que ya había nacido conmigo, por una cuestión de genes, porque mi madre escuchó música toda la vida, es profesora de piano; mi padre escuchaba jazz y blues y mi abuelo tocaba la guitarra, por eso creo que lo llevo en la sangre. El tema de la pasión por la música está muy bien preguntado porque tiene que ver con algo orgánico, más que intelectual o racional.
¿Quiénes fueron sus referentes cuando se inició en la música?
Mi familia fue mi referente de cuna pero mis referentes musicales fueron los Beatles. Fue una cosa muy loca, muy rara, que se dio cuando yo era muy chica. Creo que la primera vez que escuché a los Beatles fue en una fiesta de mis padres, yo tendría más o menos once o doce años. Los escuché por primera vez y me volaron la cabeza. Era muy chiquita. Se ve que yo ya venía con una sensibilidad un poco aguda.
¿Cuándo fue la primera vez que cantó un tango arriba de un escenario?
Para cantar un tango me subí a un escenario ya de adulta, de veterana, a los 36 años. El primer tango lo canté para una película de Eduardo Mignogna que se llama “Flop”, en donde Víctor Laplace es el protagonista interpretando a (Florencio) Parravicini. Mignogna me pide que yo haga “Lejana tierra mía”, que en realidad es un tango canción, el tema es que yo nunca había cantado un tango. Fue la primera cercanía a ese tango, el que tuve que aprender y que gustó muchísimo.
Ha cantado en varias oportunidades fuera de Argentina; ¿cómo es percibido el artista argentino en el exterior?
El artista argentino es muy respetado, sobre todo determinados artistas argentinos que son los que siempre viajan, por ejemplo Les Luthiers, Cecilia Roth, Ricardo Darín, Leonardo Sbaraglia y Federico Luppi. Somos elegidos de alguna manera por el exterior porque seguramente hay algo genuino en cada artista que está presente, la identidad está presente. En mi caso, que soy intérprete, lo que más gusta de mí es que yo no te voy a cantar aquellos tangos for export, que son fáciles o que están muy hechos, sino que en realidad hay mucha curiosidad en los tangos que yo llevo a cantar allá, que son los tangos que a mí me gusta descubrir: orilleros, portuarios, menos new rich te diría, los más genuinos y esenciales.
Participó como invitada en Bajofondo Tango Club, ¿cuál es su opinión sobre el "tango electrónico"?
Me parece que Bajofondo hace algo que está bien “parido”, en el sentido que fueron viendo por dónde venía la cosa; estuvo bien asesorado, de hecho cuando Gustavo Santaolalla me llamó yo fui la primera que participé. Jorge Drexler me llamó, que es amigo mío desde hace muchos años, y me dijo “me pidieron que escribiera un tango para vos”, escribió Perfume a mí me gustó. Creo que elije muy bien los intérpretes, de muy buena calidad.
¿Cree que un artista tiene la obligación moral de involucrarse en la realidad socio-política de su país?
Si el artista no tiene compromiso con el entorno o de alguna manera no responde a lo que pasa, para mí no es un artista sino un profesional; de alguna manera el artista siempre es el vehículo de lo que le sucede al pueblo o la sociedad; puede ser un artista de mercado, quien también responde a una franja, la cual a mi no me interesa, o puede ser un artista popular aunque no sea masivo que responde a lo que le interesa al pueblo.
¿En qué está trabajando ahora?
Estoy viajando mucho, vengo de Mendoza, vuelvo a Mendoza otra vez, ahora me voy a Rosario; también estoy por presentarme en ND/Ateneo nuevamente con Néstor Marconi, de alguna manera recordando al “Polaco” Goyeneche. Es una propuesta que considero muy interesante sobre todo porque no ensayamos, y eso es lo que se hacía cuando el “Polaco” cantaba, hacer esta impronta de música. Lo recomiendo porque es musicalmente muy valioso.
Hoy, con varios años de trayectoria a sus espaldas, ¿se siente una artista exitosa?
La palabra éxito es una palabra que me queda incómoda, pero no es prejuicio sino simplemente que me da un poquito de miedito. El reconocimiento que tengo pasa por la coherencia laboral, por los “no”, por los “sí”, por la intuición.
Podría tener el doble de lo que tengo en un sentido material, pero no es lo que me interesa, prefiero realizar sólo aquellos trabajos que están en concordancia con mis intereses genuinos.
Mirá el vídeo con la entrevista a Adriana Varela