Trino

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El último disco de Aca Seca

A punto de cumplir veinte años de aventuras musicales compartidas, el trío Aca Seca publicó su cuarto disco de estudio, Trino, otra prueba de que lo que alguna vez se dio en llamar proyección folklórica sigue sin pausas su camino de búsquedas y encuentros. El trío, cuyo nombre en quechua significa “caca seca”, es el resultado de la convergencia en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata del pianista olavarriense Andrés Beeuwsaert, el guitarrista y cantante tucumano Juan Quintero y el percusionista santafesino Mariano Cantero.

Herederos, continuadores y contemporáneos de una selecta lista de cultores del folklore no festivalero, en el nuevo álbum vuelven a convivir lo instrumental y lo vocal, los temas propios y las versiones, en todos los casos con una impronta personal, reconocible y altamente disfrutable. En Otro atardecer, de Sebastián Macchi, las voces adquieren un rol protagónico al interpretar una bellísima melodía. También en Paseo, de Quintero, que otra vez se destaca como el gran cancionista que es, como viene demostrando solo, a dúo con Luna Monti o en este trío en el que suele llevar la voz cantante. Ir yendo, del notable guitarrista Edgardo Cardozo, es una composición más intrincada, bien a su estilo, que Aca Seca convierte en un festival rítmico. Otro tema de Macchi, Ceibas, suma un delicado tratamiento, casi minimalista, que convierte a la canción en una pequeña joya.

Con Puerto Pirata, de Jorge Fandermole –uno de los cantautores imprescindibles de la época–, el trío se sumerge en las profundidades de una música y un texto inmortales y emerge en uno de los momentos más altos del disco. Percusión y voces se fusionan en la poderosa La cigüeña, del español Eliseo Parra, mientras que en Hadas, de Beeuwsaert, su piano y teclados más los sutiles aportes percusivos y la voz de Cantero le confieren al tema el espíritu onírico que requiere el título. Que se continúa en esa maravilla de la canción, también de aspectos tenues y etéreos, que es Formas, del uruguayo Hugo Fattoruso, donde las voces tienen una vez más un papel estelar. Bandera es otra hermosa canción de Quintero, siempre en busca de nuevos recursos rítmicos y melódicos, y A mi patrón, de Fede Parra, una demanda social en clave de vidala, que los Aca Seca resuelven de la mejor manera, y al modo tradicional, con voces, cajas chayeras y bombo legüero.

Trino, el álbum que sucede a Aca Seca Trío (2003), Avenido (2006), Ventanas (2009) y al registro en vivo Hermanos (2014, junto con el Diego Schissi Quinteto), es un nuevo hito del grupo. No por novedoso en el sentido llano, sino por coherente. La coherencia está dada en la búsqueda permanente, en el inconformismo, en el respeto por las tradiciones y el abrazo a las nuevas formas. Para estos tiempos, toda una novedad.

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