¿Por qué, por qué?
En su cuarto disco, el popular grupo santafesino de música para chicos insiste en hacer lo que viene proponiendo desde hace casi una década: tratarlos, a ellos y a sus padres, como personas inteligentes, capaces de salirse del molde galvanizado de la TV y el consumo digital randomizado, y al mismo tiempo entretener y divertir a un público que suele ser muy exigente. La herramienta que utilizan, la música, no corresponde necesariamente a lo que se espera de las canciones infantiles en sus ritmos y melodías, y aun menos en sus letras. Y ese es un gran valor agregado.
En ¿Por qué, por qué?, los creadores de temas fuertemente arraigados en sus pequeños destinatarios como Cumbia del monstruo de la laguna, El mamboretá, Quiero para mí, Noni noni, Bate con la cucharita y Santo remedio, entre otros hits, recurren a sus habituales pero no por eso menos valiosos recursos. Así lo explican: “Queremos mostrarles a los chicos cuánta riqueza hay en nuestros ritmos folklóricos, porque nos dan identidad, porque hablan como nosotros hablamos, nos divierten y nos emocionan al modo nuestro. Y son un tesoro que queremos poner al alcance de los más chicos, para que lo conozcan y lo lleven toda la vida con ellos”.
El disco que sucede a los anteriores Canticuénticos embrujados (2009), Nada en su lugar (2013) y Algo que decirte (2015), y que están presentando durante las vacaciones de invierno en Buenos Aires, en el ND/Teatro, no le escapa a importantes temas de debate de la sociedad argentina actual, como la igualdad de género, con especial hincapié en el uso del lenguaje inclusivo. Como en Juntes hay que jugar (“¿Quién dijo que los juguetes son de nene o nena?/ Si vamos a vivir juntes, juntes hay que jugar”), Hay secretos (“No se tienen que guardar/ los secretos que hacen mal/ (...) Si no alcanzan las palabras/ para lo que hay que contar/ inventemos otro idioma/ siempre te voy escuchar”) o, ya desde el título, en ¿Qué ve le bebé? También (se) hacen preguntas trascendentes en el tema que da nombre al disco: “¿Por qué algunos chicos trabajan?/ ¿Por qué si el trabajo es cosa de grandes?/ ¿Por qué siempre hay alguien que manda?/ ¿Por qué el tiempo anda solo hacia adelante?”.
Canticuénticos, declarado recientemente “De interés cultural” por el Senado de la Nación por su “valioso aporte al cancionero infantil nacional y latinoamericano”, como reconocimiento a la composición y divulgación de un vasto repertorio de canciones propias, está integrado por Daniela Ranallo (voz), Laura Ibáñez (voz), Ruth Hillar (voz, flauta y acordeón), Daniel Bianchi (guitarra, charango y coros), Gonzalo Carmelé (bajo y coros), Nahuel Ramayo (batería, percusión y coros) y Sebastián Cúneo (producción, iluminación, fotografía y video). En vivo también participan Cintia Bertolino (voz invitada y asistencia de puesta en escena), Gastón Menguez (guitarrista invitado), Darío Zini (asistencia de escenario, aerófonos, charango y percusión) y Javier Escandell (sonido). Los videos de su canal de YouTube ya recibieron casi 100.000.000 de vistas. También desarrollan Canticuénticos en papel, una colección de libros de temática y espíritu similar al de su música.