OK Computer (OKNOTOK 1997-2017)

Entretenimientos

En términos musicales, no hubo que esperar al año 2000 para dar comienzo al nuevo milenio. Publicado en 1997, el tercer disco de Radiohead se encargó de retratar el fin de una era y de adelantar el comienzo de otra. A diferencia de lo sucedido en los 60, cuando lo que se anunciaba, hipismo mediante, era el inicio de la era de Acuario, que traería la paz, el hombre nuevo y un  nuevo estado de conciencia universal, hace veinte años la banda liderada por Thom Yorke se encargaba de ponerle pocas fichas a la esperanza. OK Computer es una obra maestra de la música popular, edificada en una serie de canciones que, a pesar de su oscuridad, iluminaron con una nueva luz a ese conjunto diverso que se da en llamar rock.

Dos décadas después, una versión remasterizada, acompañada por ocho lados B y por tres temas inéditos, bajo el subtítulo OKNOTOK 1997-2017, permite comprobar, una vez más, que la buena música no tiene fecha de vencimiento. Al contrario, es posible apreciar, a la luz de las últimas novedades mainstream y al margen de los bienvenidos bonus tracks, que siempre admite nuevas y reveladoras lecturas. Porque el disco advierte en el ya por entonces creciente uso de la tecnología (aunque muy lejos de lo que es hoy) lo que aún era imposible de vislumbrar: el individualismo, la conectividad que provoca desconexión, cierta forma del vacío ya esbozada bajo el concepto de la posmodernidad.

Lo más sorprendente del éxito inmediato del disco en aquellos años es que no se trata de música de fácil digestión, sino de un entramado complejo de sonidos, texturas, silencios y letras que requieren de más atención que la habitual para poder ser comprendidas cabalmente y luego hacerlas motivo de reflexión. Canciones que llegaron a hits como Paranoid Android, Karma Police, Let Down o No Surprises integran la lista de doce temas originales junto con otras gemas como Subterranean Homesick Alien, Climbing Up The Walls o Exit Music (For a Film), en un disco de infrecuente y pareja calidad.

En esta reedición, el álbum doble estrena tres inéditos que no desentonan porque reflejan la época, el sonido y el espíritu del disco de origen: I Promise (“No voy a escaparme más, lo prometo/ aun cuando esté aburrido, lo prometo/ aun cuando me encierres, lo prometo/ yo rezo todas las noches, lo prometo”); Man of War (“Derivá todo lo que quieras en cada océano/ explorá todo el mundo/ pero las confesiones alcohólicas y los romances por la fuerza/ solo te dejarán más solo”), y Lift (“Este es el lugar/ sentate, ahora estás a salvo/ estuviste atrapado en un ascensor/ estuvimos tratando de llegar a vos, Thom/ este es el lugar/ no te volverá a doler nunca más”).

                                                                                          Oscar Finkelstein

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